La iniciativa contempla una inversión de 260 millones de dólares y, de acuerdo con el cronograma previsto, debería ser adjudicado en 2025 a una empresa. Ello, después de su aprobación ambiental, donde se deberá adicionar tres años para su construcción definitiva.
El camino trazado para el inicio de operaciones de la planta desaladora multipropósito para la región de Coquimbo está fijado con un horizonte proyectado al 2029. Sin embargo, durante este año se realizaron diversas acciones para consolidar la iniciativa, tales como la adquisición de los estudios a la empresa sanitaria Aguas del Valle, así como el comienzo de la tramitación ambiental de la propuesta público/privada que involucras US$260 millones.
“Con fecha 10 de octubre de 2024 se materializó la venta de la planta desaladora de Coquimbo, con la Dirección General de Obras Públicas, por un valor de UF 173.393”. Con ese breve párrafo contenido en los “hechos posteriores” de los Estados Financieros Consolidados Intermedios de la compañía Esval S.A. y Filiales, matriz de la sanitaria Aguas del Valle, se confirmó el cuando monto para adquirir el proyecto. La cifra involucra US$7.037.900 por los estudios desde la Dirección General de Concesiones (DGC) del Ministerio de Obras Públicas, ingresados recientemente a evaluación ambiental para habilitar una desaladora en el sector El Panul de la comuna-puerto.
La iniciativa debería ser adjudicada en 2025 y luego se debe adicionar tres años para su construcción. La planta desaladora tendrá una capacidad de 1.200 litros/segundo y beneficiaría a 460.000 personas, garantizando una dotación estable de agua potable para la conurbación Coquimbo-La Serena. El proyecto incluye la obtención de agua de mar por medio de una captación abierta en profundidad y su envío a la planta desalinizadora para la producción de agua apta para consumo humano y otros fines.
Cabe recordar que cuando se celebró el convenio, el gerente General de Aguas del Valle, José Luis Murillo, señaló que “el traspaso del estudio ambiental realizado por Aguas del Valle, es un hito fundamental para esta iniciativa. Nuestro compromiso, es seguir apoyando a la DGC en los próximos pasos, pues se trata de un proyecto región sumamente necesario y relevante, para la seguridad hídrica de miles de familias de La Serena y Coquimbo, donde la colaboración publico privada es fundamental”.
Entre sus características se encuentra la construcción y operación de un complejo multipropósito, en una superficie total de 22,5 hectáreas, considerando obras permanentes y temporales. Según los antecedentes en el expediente, será implementada en tres subfases: una primera con una producción de agua de 800 litros por segundo (l/s); una segunda, que ampliará su capacidad a 1.000 l/s; y una última donde alcanzará su capacidad final de 1.200 l/s.