Superficie de frutales cae un 17% en medio de una sequía persistente y el llamado a cuidar el agua de los expertos

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La zona presenta solo un 13% de la capacidad para almacenar el recurso en los embalses, y se catastró que entre los productos más afectados están las uvas de mesa, nogales y almendros, entre otras. Ello, en medio del avance de los cítricos y el auge por la exportación de cerezas.

Son 4.682 hectáreas menos en la superficie de frutas registradas en la región de Coquimbo en 2024. Si bien la cifra totaliza la pérdida -un 17,6%- en un periodo contemplado de los últimos tres años, preocupa el deterioro de la capacidad productiva de la zona, en medio de una sequía que persiste y ante el llamado de los expertos a cuidar “hasta la última gota”.
Si bien este año se registraron lluvias y precipitación nival, la escasez hídrica en la región deviene de los últimos 14 años. La vid de mesa, nogales, almendros, entre otros, son los productos más perjudicados, de acuerdo al Catastro Frutícola, elaborado por el Centro de Innovación de Recursos Naturales (Ciren).

El estudio arrojó que -territorialmente- las pérdidas se estiman en 6.054 hectáreas (ha) en Elqui (27%); 14.518 ha en Limarí (65%) y 1.870 ha en Choapa (8%). Waldo Carrasco, gerente de Vinculación, Productos y Servicios de Ciren, mencionó que “el cambio climático ha llegado, de forma brutal, a cambiar cómo hacemos gestión pública, dónde ponemos la inversión y los recursos para una mejor productividad. Y sin duda, en la región de Coquimbo hay que tomar decisiones a partir de cómo ha ido evolucionando, no solo la superficie, sino el tipo de producción, el rendimiento, entre otros”. “Sabemos que va a ser una herramienta útil para la región de Coquimbo para hacer las inversiones”, sentenció.
En ese sentido, los datos alusivos a Coquimbo indican que la fruticultura local representa el 6% de la superficie nacional y un 7,2% de las exportaciones. Además, se identificó que el 95,7% de la fruticultura regional tiene riego por goteo y solo un 3% por microaspersión.
Las especies más representativas son el mandarino y la vid de mesa, con 5.239 y 5.152 hectáreas plantadas, respectivamente. Si bien la primera especie tuvo una caída marginal (-1,3%), la uva registró un fuerte descenso del 29,6%. Otras especies con caídas importantes fueron el nogal, el almendro, los paltos y el olivo. Al contrario, los limones tuvieron un brusco aumento y se destacó el crecimiento experimentado por los cerezos.

Embalses
Un total de 184 millones de m3 poseen, en conjunto, los ochos embalses distribuidos en la región de Coquimbo, represas destinadas a riego y el abastecimiento del consumo humano. El valor representa el 13,9% de los 1.325 millones de m3 que pueden soportar los tranques, de acuerdo a la Dirección General de Aguas (DGA).
El meteorólogo de CEAZA, Tomás Caballero, explicó que un pronóstico a largo plazo es poco certero “debido a la naturaleza caótica de la atmósfera, donde pequeñas perturbaciones pueden desencadenar eventos extremos e impredecibles a esta escala temporal. Actualmente, el fenómeno de El Niño no es el único factor que determina la precipitación en la región, pues fenómenos como la mancha cálida y la oscilación Madden-Julian se superponen a los efectos de El Niño y hacen más compleja la tarea de realizar un pronóstico a largo plazo”.
Los caudales presentan niveles muy bajos desde la primavera de 2017, debido a las escasas lluvias y nevadas de los años 2018, 2019 y 2020, siendo el 2021 el cuarto año consecutivo en esta situación, que no fue revertida por las precipitaciones en torno a lo normal de 2022.

El llamado del ejecutivo de Recursos Hídricos de la Corporación Regional de Desarrollo Productivo (CDRP), Cristian Baquedano, es a “seguir cuidando el agua, realizando una adecuada gestión y realizando todas las medidas para su uso eficiente, pues el sistema hídrico regional se encuentra en una situación muy crítica y dependiente de las precipitaciones año a año, por lo que es vital tomar conciencia sobre la situación que estamos viviendo en toda la región”.