La Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) ha realizado más de 150 fiscalizaciones relativas a esta materia. En los casos sancionatorios, se han presentado Programas de Cumplimiento -que buscan que la inversión de los infractores se centre en cumplir con la normativa ambiental- por más de $340 millones.
El 16 de mayo se conmemoró el Día Internacional de la Luz, decretado por UNESCO para relevar la importancia de la luz como fuente de energía vital para todos los seres del planeta, así como también de la necesidad de preservar la oscuridad de los cielos en horario nocturno, clave para el desarrollo de la biodiversidad y los procesos biológicos humanos.
En este aspecto, Chile cuenta con una norma lumínica (DS N°43 de 2012 del Ministerio de Medio Ambiente). Su objetivo es prevenir la contaminación lumínica de los cielos nocturnos de las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo, de manera de proteger la calidad astronómica de los mismos, regulando los límites máximos de emisión de intensidad luminosa, de radiancia espectral y de iluminancia de distintas fuentes emisoras, como lo son el alumbrado exterior de carácter ambiental, ornamental e industrial.
La SMA es la encargada de la fiscalización de esta norma. En los últimos años se contabilizan 156 expedientes de fiscalización en esta materia.
Matías Tapia, fiscalizador de la materia de la División de Fiscalización y Conformidad Ambiental (DFZ), comenta que “las fiscalizaciones se han centrado en centros comerciales, estadios y luminaria pública. Si bien, el origen de la normativa actual se centra en proteger los cielos nocturnos de Chile en regiones donde se ubican áreas astronómicas, se ha estudiado que esta contaminación también afecta la salud humana y el comportamiento de la fauna. Se destaca que existen aves, como la golondrina mar negra, que guían su vuelo a través de la luz natural, y que es desorientada por luminaria ubicadas a nivel terrestre. En este sentido, es importante destacar que no se busca que haya total oscuridad, sino establecer límites en donde y cuanta luz utilizar de manera que se distribuya de buena manera y nos permita vivir en localidades correctamente iluminadas”.
Casos sancionatorios: multas y programas de cumplimiento
En cuanto a las sanciones por incumplimientos, se cuentan 24 procedimientos sancionatorios que ha sido organizados por un equipo especializado del Departamento de Sanción y Cumplimiento. De estos procesos, el 75% se ha centrado en el sector de equipamiento (que incluye pubs, discoteques, restaurantes, gimnasios y centros deportivos, centros comerciales, oficinas, infraestructura de turismo, entre otros), seguido por un 12% del sector vivienda e inmobiliarios.
Los casos que han terminado con multa, hasta el momento, son cinco y estas suman 95,1 Unidades Tributarias Anuales, equivalentes a aproximadamente $67 millones. Entre esos casos se cuentan la cadena supermercadista Jumbo Copiapó (36 UTA, casi $24 millones) y Jumbo La Serena (29 UTA, alrededor de $19 millones). También se encuentra el Estadio Luis Valenzuela Hermosilla de Atacama (24 UTA, casi $ 16 millones).
La mayoría de los procesos sancionatorios han derivado hacia Programas de Cumplimiento (PDC), que son planes de acciones y metas para que el infractor vuelva al cumplimiento de la normativa ambiental. En estos casos se han aprobado 14 programas, los que suman una inversión de $340 millones. Entre los tres con más inversión se cuenta el Mall Puertas del Mar de la Región de Coquimbo ($61 millones), Arauco Premium Outlet Coquimbo ($51 millones) y Mall Plaza Copiapó ($40 millones).