Inversión de la iniciativa alcanza a los US$120 millones, que tiene por objeto aumentar la capacidad de transferencia de la terminal marítima, a través de infraestructura moderna que permita conectar a Coquimbo con el exterior.
Una de las iniciativas claves para la reactivación económica de la región es la ejecución del proyecto de ampliación y modernización del puerto de Coquimbo, que exhibe un avance del 20%.
La información sobre el progreso de la emblemática iniciativa fue dada a conocer por el ahora delegado Presidencial, Pablo Herman, durante la Cuenta Pública 2021 ante los secretarios Ministeriales y directores de servicio, parlamentarios y alcaldes de las comunas de la región, antes de asumir el cargo al ser ratificado por el presidente de la República, Sebastián Piñera.
“En paralelo, sigue su marcha la ampliación del puerto de Coquimbo, que hasta diciembre del año pasado superaba el 20% de avance. Esta es una iniciativa clave en los trabajos de reactivación y de nuestra economía. Estamos hablando de una inversión que puede superar los US$120 millones”, sostiene Herman.
Son US$120 millones que considera la iniciativa tras la concesión que se adjudicó TPC, empresa ligada a compañía Ultramar, en 2012. El proyecto tiene por objetivo modernizar y aumentar la capacidad de transferencia de la terminal marítima, a través de infraestructura moderna que permita conectar a Coquimbo con el exterior.
Las principales obras del proyecto son: pavimentación explanada norte, puente de acceso de 300 metros de largo para conectar un tercer sitio de atraque o multipropósito de 230 metros, el que demorará en levantarse unos 22 meses.
Además, se reforzará los actuales sitios 1 y 2.
Avances
Hasta ahora, se han desarrollado movimientos de equipos terrestres y marítimos; excavación y rellenos sector norte; armado Jack up, obras marítimas; hincado de pilotes estribo y cepas 2, 3 y 4 del puente de acceso al sitio 3.
Como el proyecto considera un impacto en la ruta de navegación actual de embarcaciones de pesca artesanal y turismo, se implementarán una serie de medidas de mitigación, así como compromisos voluntarios para otros impactos no significativos.
Por ejemplo, en el medio humano se apoyará con combustible a pescadores artesanales y otros de naves turísticas, definidas en la línea de base del proyecto por cambios en la ruta de navegación. Asimismo, un plan de vigilancia ambiental, que contempla el monitoreo de aguas, sedimentos submareales y comunidades bentónicas, y mamíferos marinos.
Además, se implementará mejoras para la seguridad de tránsito en la calle Santa Ester e incluirá señalización hacia el puerto en calles aledañas, y estudios de programación de semáforos para mejorar los tiempos de desplazamiento en rutas cercanas.
Además, se instalará una barrera de protección acústica perimetral y modular, y se monitoreará los niveles de ruido de forma periódica. Y aquellas emisiones de material particulado que puedan darse en la construcción, se mitigarán con la aplicación de bischofita en el camino de acceso a la obra para suprimir el levantamiento del polvo.
Junto a ello, también se considera implementar un plan de manejo arqueológico que incluye charlas a personal de la obra.
