Un equipo compuesto por científicos del CEAZA trabaja en un nuevo proyecto FONDEF, que desarrollará estimaciones de la cantidad de agua acumulada como nieve en la cordillera de la Región de Coquimbo, a fin de aportar a la gestión hídrica de la zona.
La Dra. Shelley MacDonell, glacióloga del CEAZA y directora del proyecto, en conjunto a los doctores Katerina Goubanova, Simone Schauwecker, Álvaro Ayala, Gonzalo Cortés y el ingeniero Eduardo González, todos ellos integrantes del mismo centro científico, proponen contribuir con la investigación a la gestión del recurso hídrico disponible en la capa de nieve de la región.
El proyecto busca estimar cual es la cantidad de agua equivalente en la nieve acumulada durante cada invierno, con el objetivo de generar una cifra estimativa de la disponibilidad de agua para los siguientes veranos, junto con otorgar mayor precisión al conocimiento actual en esta materia. Asimismo, los datos generados por el estudio serán publicados en una página web para que esté disponible a todo público.
La Dra. MacDonell señala que si se puede entender mejor la oferta del recurso, que es lo que se espera realizar con este estudio, se podría planificar mejor los períodos de mayor falta de recurso hídrico.
“El tipo de estimación que esperamos realizar en esta iniciativa, puede entregar a las Juntas de Vigilancia otra herramienta de planificación que puede ser útil para prever temporadas más secas, pero también para realizar un cálculo de cuánto se podría reservar o almacenar en los embalses durante los años con mayor precipitación, para las temporadas de mayor escasez”, agrega a la investigadora.
MacDonell explica que para lograr el objetivo, el proyecto utilizará datos ambientales de las últimas décadas para “entrenar el modelo de estimación”, a fin de obtener una idea de la evolución de la cobertura de nieve, con el propósito de entender mejor la conexión entre nevazones y disponibilidad hídrica.
En ese contexto, se aplicará el método denominado data assimilation, el cual se asemeja a un pronóstico del tiempo que acumulará datos para llegar a distintas conclusiones sobre la cantidad de agua existente en la nieve. “Para este pronóstico, además de los datos de las condiciones de la atmósfera, también se incluyen imágenes satelitales de la cobertura de nieve, datos históricos de la distribución de la nieve, datos de nieve de estaciones meteorológicas. Todos estos sets de datos se introducen en un modelo para estimar una probabilidad de cuánta agua se puede generar con la nieve. Entre más datos tenemos, más precisa será nuestra estimación”, afirma.
La glacióloga comenta que en la Región de Coquimbo la nieve es la fuente principal de agua y que más del 80% del agua que se utiliza proviene de la cordillera, lo que incluye las fuentes de nieve y glaciares.