Piensa circular. Actúa Circular

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La idea central está clara. El menos en el discurso aparentemente es unánime la preocupación por el medio ambiente. Sabemos que en muchos aspectos la situación es crítica y no resiste más contaminación, destrucción o explotación natural.
Pero en esta lucha de cambio cultural, pareciera que son los niños y jóvenes los que han logrado asimilar de mejor manera la magnitud de los cambios de conducta y hábitos para que realmente se logre plasmar el discurso en obras reales y cotidianas.
En lo concreto, todavía son muchísimas, demasiadas las familias que no tienen internalizado el hábito de no consumir plástico de un solo uso. Probablemente incluso genere tensiones al interior de la propia familia, porque el padre o la madre no tienen la costumbre de reciclar, menos de reparar, reducir o reutilizar.
Los volúmenes de basura que vemos cotidianamente en nuestras calles pareciera que no han bajado. Por el contrario es como si aumentaran exponencialmente. Y qué decir de los micro basurales o vertederos clandestinos que abundan en cualquier rincón que no tenga buena seguridad o iluminación.
En fin, pareciera que la idea central está clara, pero no hay consistencia en nuestro actuar como ciudadanos.
Por ello resulta muy importante en esta etapa de cambio social, realzar y poner en valor los ejemplos que nos dan emprendedores que han asumido incluso como un negocio la reutilización de residuos, incluso algunos con un altísimo valor agregado a partir de lo que durante muchos años fue considerado una simple basura.
En esta edición de semanario Tiempo, gracias al Fondo de Fomento de Medios de Comunicación, financiado por el Ministerio Secretaría General de Gobierno, pudimos darnos la tarea de buscar, explorar algunas de las experiencias relevantes que se están produciendo en nuestra región. Utilizando pepas de papaya, neumáticos en desuso, residuos de la poda agrícola, artículos electrónicos obsoletos, residuos de la industria acuícola. En fin, son solo algunos ejemplos, sabiendo claramente que existen otros tantos más que poco a poco van instalando esta cultura circular en nuestra región.
Esperamos que esta difusión aporte a ese cambio de mentalidad y cambio de acción, entendiendo que el cambio parte por cada uno, más allá del discurso y las buenas intenciones.

Víctor H. Villagrán
Editor Semanario Tiempo