En la presente edición llama la atención una nota sobre el interés de cómo se está conformando una industria en torno a los bonos de carbono, un mecanis-mo internacional de descontaminación para reducir las emisiones contaminantes al medio ambiente Si bien existen desde el año 1997 como uno de los tres mecanismos propuestos en el Protocolo de Kioto para la reducción de emisiones causantes del calentamiento global y efecto invernadero, lo cierto es que recién ahora se está masificando este concepto y se está concretando su uso con potencial de negocio.
Así es como existe interés hoy por producir plantaciones de macroalgas, que tendrían un importante para la generación de los llamados “bonos de carbono azul”, provenientes de producción acuícola.
Por otra parte ya es un hecho el avance en torno a la producción y uso de hidrógeno verde. También se dan pasos importantes en nuestro congreso nacional en torno al amacenamiento de energía eléctrica y la electromovilidad.
Sin embargo, los expertos se adelantan en señalar que si queremos cumplir las metas establecidas a nivel país de vender sólo vehículos eléctricos al 2035, es fundamental que este cambio responda a un mercado más competitivo.
La primera observación que dificulta esta competencia es que hoy este tipo de automóviles eléctricos son más caros que los tradicionales. Y aunque los autos eléctricos no paguen permiso de circulación por dos años, pareciera que no es incentivo suficiente. En la misma línea parecicera necesario fomentar subsidios al uso de la electromovilidad en el transporte público
Además, existen grandes dudas la disposición de las baterías de litio, con información sobre su fabricación y componentes para potenciar su reciclaje. De paso, aumentar las capacidades y servicios que darán soporte y respaldo a estas nuevas tecnologías, tales como la capacitación técnica del recurso humano, talleres acreditados para este tipo vehículos y desarrollar una red de carga que permita el crecimiento del parque eléctrico.
Sin duda, aunque a algunos le produzca incomodidad, el “mercado ambiental” nos presenta grandes oportunidades de negocio y también grandes desafíos a los que debemos apuntar desde cada comunidad.
Victor H. Villagrán
Editor Semanario Tiempo