Opiniones, juicios y prejuicios

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Después de los descalabros comunicacionales y errores no forzados, como los de la ministra Siches y ahora con la discusión respecto al rol del gobierno en el proceso de votación constituyente, se supone que ha quedado más que clara la relevancia de ser prudentes y templados al momento de comunicar. No por falta de claridad política o falta de convicción respecto de ciertos puntos, sino por el rol propio de una autoridad que lidera el Estado de Chile y no tan solo el gobierno de turno.
La responsabilidad de corroborar los hechos, de no emitir comentarios ligeros o innecesarios y fundamentar adecuadamente las opiniones es absoluta.
En su paso por la región de Coquimbo el presidente Gabriel Boric, dejó en el aire al menos tres afirmaciones que obligan a repasar su discurso y a preguntarnos sobre quién le entrega la información base sobre la cual emite su juicio.
Una de ellas es el comentario sobre el efecto de la salmuera que generan las plantas desaladoras. Si bien existen estudios de diversos períodos y bases técnicas que podrían servir de fundamento para afirmar que afectan el fondo marino en zonas muy frágiles, lo cierto es que en la era actual y con la tecnología que está en uso actualmente, los problemas potenciales han sido minimizados al máximo. De hecho, en el mundo, en el planeta tierra, existen más de 16mil plantas desaladoras que retornan salmuera al mar y a su respecto hay decenas de estudios que indican que esa tecnología es segura y es el camino que está siguiendo en gran parte del planeta en torno a la disponibilidad de agua. Por tanto, la afirmación presidencial, al menos parece ligera.
Luego, se refirió al túnel de Agua Negra en exactamente los mismos términos en que lo hizo hace cuatro años atrás el presidente Piñera. Con dudas sobre su emplazamiento y su costo, pero con ánimo de fortalecer la integración internacional. Pero, resulta que durante el gobierno de Piñera la región de Coquimbo esperó esos famosos informes técnicos que nunca fueron mostrados en público, que abalaran esas afirmaciones que hoy reitera el presidente Boric. Esa afirmación, por tanto, a estas alturas, requiere mayor profundidad y claridad.
En tercer lugar, en una entrevista con Diario La Región el presidente afirmó que “en la cordillera la minera Los Pelambres tiene, según me han informado, una concesión de uso de 400 litros por segundo, y el río entrega 360 litros, y qué significa esto, que nadie río abajo recibe nada”. Lo cual además de impreciso resulta dramáticamente incompleto, puesto que es la propia Resolución de Impacto Ambiental la que obliga a la empresa a reponer aguas abajo el agua que tomó para su proceso aguas arriba. Nuevamente, información incompleta o con prejuicios consolidados. Al menos nos hace cuestionar sobre quiénes lo han informado.
En fin, es de espera que la autoridad nacional, regional y local base sus opiniones en buenos argumentos y no solo sean comentarios bien intencionados y menos que emita juicios basados en prejuicios.

Victor H. Villagrán
Editor Semanario Tiempo