Proliferan las denuncias por extracción ilegal de algas en el norte del país mientras Sernapesca sigue acumulando incautaciones , por lo que Oceana llama a tomar medidas urgentes, como la prohibición del barreteo y el cierre absoluto en las zonas de libre acceso.
Santiago, 23 de noviembre, 2020. A raíz de las reiteradas incautaciones de pesca ilegal de algas ocurridas en el norte de Chile en las últimas semanas, la organización de conservación marina Oceana y representantes del mundo de las ciencias, manifestaron su preocupación por esta práctica que reviste un grave peligro para la protección de los océanos y la capacidad de adaptación de los ecosistemas al cambio climático.
“Esta pesquería está conformada por una cadena productiva de varios eslabones y los que realizan pesca ilegal no son los que terminan exportando la materia prima, por lo que las buenas prácticas en manejo y explotación deberían ser exigidas en toda la cadena productiva para generar una actividad con responsabilidad ambiental y social”, afirmó la doctora Fadia Tala, académica del Departamento de Biología Marina de la Universidad Católica del Norte e investigadora del Centro CIDTA*
A principios de noviembre, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) de la región de Atacama, incautó 24 mil kilos de huiro barreteado, es decir, desprendido de la roca, el cual se encuentra en veda en esa zona del país. Semanas más tarde, en la misma región, la Policía Marítima de la Capitanía de Puerto Chañaral y Sernapesca interceptaron un cargamento con 420 kilos de huiro negro barreteado. Ambos delitos fueron alertados por denuncias ciudadanas a las autoridades.
El barreteo consiste en la utilización de chuzos o barretas, con los que se golpea el fondo marino, se produce un daño en el sustrato y se modifica dicho fondo marino, explicó el doctor Erasmo Macaya, académico del Departamento de Oceanografía de la Universidad de Concepción, e investigador Asociado del Centro IDEAL**. “Los niveles de extracción son altísimos, lo que no permite una renovación del bosque marino, eliminando grandes extensiones de algas y produciendo verdaderos desiertos bajo el mar”, afirmó Macaya.
“El problema principal de sobreexplotación de algas se ha desarrollado en zonas que no son áreas de manejo y que en la práctica operan como áreas de libre acceso”, señaló el doctor Stefan Gelcich, académico de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica. “En las áreas de manejo las asociaciones de pescadores artesanales han hecho esfuerzos importantes para cuidar y gestionar sosteniblemente las algas., por lo que es clave detener la sobreexplotación en las áreas de libre acceso antes que sea demasiado tarde y los efectos sean imposibles de revertir”, alertó Gelcich.
“Ante nuestros ojos se está arrasando con los ecosistemas costeros, peces de roca y especies bentónicas que, sin los bosques de macroalgas, no tienen ninguna posibilidad de sobrevida, estamos deforestando el mar”, dijo Liesbeth van der Meer, Directora Ejecutiva de Oceana Chile. “En el caso del huiro palo el repoblamiento no es posible, es como si taláramos bosques de alerce sin ninguna consideración”, agregó van der Meer.
Desde la organización de conservación marina consideran de tal gravedad lo que está ocurriendo en el norte del país que estiman urgente tomar medidas extremas, prohibiendo el barreteo de algas en todo Chile e incrementando las multas para este delito.
En 2019 la Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura del Senado aprobó en el marco de la discusión del proyecto de ley bentónica, la prohibición del barreteo como técnica de extracción. Esto, sumado a otras medidas legislativas, deben poner como objetivo la sustentabilidad de los bosques de algas.