La crisis sanitaria ha hecho replantear las prioridades de los empleadores a la hora de capacitar a sus trabajadores, lo cual ha sido evidenciado en diversos estudios.
Este 03 de marzo se cumplió un año desde el primer caso de COVID-19 detectado en el país, lo que contrajo una serie de efectos sanitarios, sociales y económicos. Uno de los sectores más afectados fue, sin duda, el mercado laboral, donde la crisis sanitaria provocó importantes fluctuaciones en las tasas de ocupación, en los sistemas de trabajo y en las prioridades de capacitación para los empleadores.
Una muestra de aquello fueron los resultados emitidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) donde se reveló que, durante el primer semestre del año 2020, las cifras de ocupación, tanto en la región como a nivel nacional, descendieron cerca de un 43%. Sin embargo, la situación se revirtió durante el segundo semestre, donde se presentó un aumento en la tasa de ocupación, llegando al 47,2% en la región, siendo 50,8% el promedio nacional.
Dentro de los sectores que más contribuyeron al aumento en la ocupación fueron comercio (19,8%), silvoagropecuario y pesca (11,3%) y construcción (8,5%). En cuanto a los sectores de servicios agrupados (servicios de enseñanza, servicios de salud y asistencia social, servicios de recreación y otros servicios personales, y actividades de los hogares como empleadores) representaron el 20,8% del total de ocupados.
En este sentido, Matías Villalobos, seremi del Trabajo y Previsión Social, indicó que “en materia de empleo hemos asumido un desafío importante de enfrentar este escenario laboral, el cual ha sido complejo. Como Gobierno hemos puesto a disposición herramientas que permiten resguardar los puestos de trabajo, ante los efectos negativos que ha dejado la pandemia. Por otra parte, hemos impulsado iniciativas que permiten incentivar la creación de empleos con especial énfasis en las mujeres, jóvenes y personas con capacidades diferentes, que son justamente quienes han sido afectadas por las pérdidas de puestos de trabajo”.
Prioridades de capacitación
Las medidas implementadas por las autoridades sanitarias han supuesto una transformación en el sistema de trabajo, trasladando, por ejemplo, las ventas a las plataformas digitales, restringiendo el contacto mediante aforos limitados, implementando el reparto a domicilio e aplicando nuevos protocolos de higiene. A partir de esto, las empresas han modificado sus prioridades a la hora de capacitar a sus trabajadores y directivos, surgiendo nuevas temáticas que responden al escenario sanitario que impera.
Durante el año 2020, el Observatorio Laboral de la Región de Coquimbo (OLRC) aplicó la «Encuesta Despega MIPES 2020», un estudio que tuvo por objetivo caracterizar a las micro y pequeñas empresas de la Región de Coquimbo y que arrojó evidencias de una emergente prioridad de incorporar a las empresas nuevas habilidades relacionadas a la digitalización de un negocio, las ventas por internet y los nuevos protocolos sanitarios. De igual manera, surgieron nuevas temáticas que se enfocan en la reinvención de un negocio y la innovación de base tecnológica.
Según indicó Pablo Pinto, director de la Escuela de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica del Norte, la tendencia apunta claramente a la transformación digital de los negocios. En este sentido, explicó que “del total de empresas encuestadas, 162 indicaron necesario realizar alguna capacitación. Este grupo de empresas señaló que los principales temas para capacitar son Ventas por internet y Procesos de digitalizar una empresa. De manera general, de los principales 12 temas mencionados por las empresas, 7 se relacionan con el área de Transformación digital. De esta forma, la señal es clara por parte de las micro y pequeñas empresas, que están apuntando hacia la capacitación de modelos, plataformas y canales en el entorno digital”.
Concretamente, dentro de las 162 empresas consultadas, un 51% consideró necesario capacitar en Estrategias de ventas y marketing digital, un 37% lo consideró con Procesos para digitalizar un negocio, un 25% con Relación del cliente a través de la tecnología, un 19% con Innovación de base tecnológica y un 15% con Cumplimiento de protocolos sanitarios.
Por su parte, Carlos Covarrubias, director de Sence Coquimbo, aclaró que “el efecto pandemia ha sido profundo en el ámbito del empleo. Basta mirar la variación en la tasa de desempleo, donde prácticamente se duplica entre enero y junio del año pasado y aunque a la fecha se ha ido contrayendo, resulta evidente que se trata de una curva muy difícil de aplanar. Gracias a esta encuesta, se observa que las empresas han modificado las estrategias y las prioridades donde la incorporación forzada de la tecnología se ha adelantado y nos obliga también a enfrentar escenarios que desplazan a algunos empleos y transforman algunos otros. De esta manera, esto obliga a una capacitación de trabajadores y directivos, a fin de poder atender satisfactoriamente estos nuevos escenarios”.
La encuesta fue llevada a cabo por el OLRC, el cual es una iniciativa del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence), que cuenta con el apoyo del Organismo Técnico Intermedio de Capacitación (OTIC) de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y que es ejecutada por la Escuela de Ciencias Empresariales y el Instituto de Políticas Públicas, ambas pertenecientes a la UCN.
Dentro de las instituciones que colaboraron en la encuesta se encuentran Sercotec, PROPYME, Fondo Esperanza, Laborum, Corfo y el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo. Para quien desee revisar el estudio completo, puede hacerlo en el siguiente enlace: https://cutt.ly/despega-mipe-2020