Información se conoció en la entrega de los Resultados de Producción de Antofagasta Minerals (AMSA), matriz del yacimiento más productivo del grupo minero y la principal empresa de la región de Coquimbo, correspondientes al primer trimestre de este año. La cuprífera prevé que la planta desalinizadora entre en operación a fines de este año.
Un 96,2% presentan los avances del proyecto de Infraestructura Complementaria (INCO) de Minera Los Pelambres (MLP), de acuerdo a la información emanada por Antofagasta Minerals (AMSA), matriz del yacimiento más productivo del grupo minero y la principal empresa de la región de Coquimbo, correspondiente al primer trimestre de este año.
Y es que en la etapa final de la iniciativa, que involucró una inversión de US$2.200 millones, está considerado para fines de este año la puesta en marcha de una obra clave del proyecto INCO, que permitirá surtir de agua a los procesos productivos: la planta desalinizadora de osmosis inversa con capacidad de producción de 400 litros por segundo, así como un sistema de impulsión y conducción del suministro entre las instalaciones industriales en Punta Chungo y la estación de recirculación en el área de El Mauro.
“La planta desalinizadora, ubicada en Los Vilos, ya logró producir y bombear agua hasta la operación, por lo que debería entrar en funcionamiento a fines de este segundo semestre”, indicó en el escrito la compañía.
La puesta en marcha de esa obra, la primera desaladora de la zona central de Chile, significará no solo abastecer del vital recurso las operaciones de la empresa, sino mitigar los efectos negativos de la extensa sequía que afecta a la provincia del Choapa, la región de Coquimbo y el país, y que ha sido causa del fuerte impacto en los niveles de producción de MLP.
Solo en 2022, vio caer en un 15% sus niveles de producción, principalmente, ante la escasez del recurso hídrico disponible.
La minera inició el diseño de la planta desalinizadora en 2015, para luego iniciar la tramitación ambiental, consiguiendo su Resolución de Calificación Ambiental (RCA) en 2018, comenzando la construcción al año siguiente.
Dentro del cronograma de la compañía está la tramitación ambiental del Proyecto de Adaptación Operacional (PAO), el que, entre otras obras, considera la ampliación de la planta desalinizadora para poder producir 800 litros por segundo de agua de calidad industrial (el doble que lo considerado por INCO). Esto permitiría que la compañía opere, principalmente, con agua de mar y recirculada y que pueda dejar de extraer agua desde el río Choapa.