Junto a ello, la empresa está en plena fase de construcción del Proyecto de Adaptación Operacional (PAO) y recientemente inició a tramitación ambiental una iniciativa para extender su vida útil.
Una poderosa inversión está ejecutando Minera Los Pelambres, la empresa más importante de la región de Coquimbo y uno de los yacimientos más productivos del país. Durante los primeros meses del 2024, la empresa inició las operaciones de la primera planta desalinizadora de la zona, además de una serie de iniciativas consideradas en el proyecto de Infraestructura Complementaria (INCO).
Paralelamente, y en forma unánime, los integrantes de la Comisión de Evaluación Ambiental (COEVA) de Coquimbo calificaron favorablemente el Proyecto Adaptación Operacional (PAO)), iniciativa valorizada por unos US$1.000 millones que permitirá duplicar la capacidad del complejo de desalación, además de la construcción de un nuevo sistema de transporte de concentrado de cobre más alejado de las zonas urbanas. PAO ingresó al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) en abril de 2021, y en su ejecución demandará hasta 2 mil trabajadores en su período de mayor intensidad. Con ello, se prevé que el complejo pueda surtir 800 litros/segundo para los procesos productivos. Así más del 90% del agua que se utilice para producir cobre provendrá del mar y de recirculación.
Sin embargo, al cierre de este 2024, y tal como estaba previsto, Minera Los Pelambres ingresó a tramitación ambiental el proyecto Extensión de Vida Útil (EVU), consistente en prolongar su operación al 2051. Sumado a esto el Proyecto aumentará la capacidad de producción de agua desalada hasta alcanzar 1.600 litros por segundo en caso de que la operación minera lo requiera, con el fin de que continue siendo la fuente principal de abastecimiento hídrico para el proceso minero, permitiendo con ello el cese de extracciones de aguas superficiales para con fines productivos después del año 2035.
El costo de esta última iniciativa asciende a los US$2.000 millones.
