Expertos en negocios mineros explican cómo es que la utilización de agua de mar desalinizada puede ser clave para el desarrollo sustentable de la minería y la liberación del agua dulce para consumo humano.
El impacto ambiental siempre ha estado al centro de la gestión del negocio minero, ya que la extracción de minerales tiene un efecto sobre el medioambiente y las comunidades aledañas a su operación. Las compañías que se dedican a la recuperación de minerales están constantemente buscando soluciones sustentables y sostenibles, de modo de minimizar el impacto negativo que sus operaciones puedan tener en la sociedad. Dentro de este contexto y a modo de ejemplo, el uso del agua y su óptimo reciclaje, es un tema que cada día cobra mayor relevancia para la industria minera.
La desalinización siempre ha formado parte de ese debate como una alternativa viable para el desarrollo de una minería sustentable. “A pesar de que la minería no es la industria con el mayor consumo de agua en Chile, sí es la que ha dedicado mayor esfuerzo en implementar tecnologías que permitan recuperar y reusar el agua, alcanzando cerca del 75% en tasas de recirculación. Tanto las compañías mineras, como entidades de gobierno y ONGs, en su esfuerzo por contribuir al desarrollo sostenible y sustentable de esta actividad, están buscando alternativas de suministro de agua. La desalinización es hoy en día una solución viable que cumple con estas características, permitiendo a las mineras reemplazar el uso de aguas continentales, ya sean estas aguas subterráneas – obtenidas a través de pozos o de causes superficiales como ríos, por agua desalinizada”, comenta Miguel Oñate, Director de Desarrollo de Negocios para América Latina de Black & Veatch, expertos en desarrollo de ingeniería y soluciones sostenibles para la gestión y manejo del agua en minería.
Agrega que entre los principales beneficios de la desalinización es que las comunidades y el país se ven favorecidos, pues el agua dulce que antes era utilizada por la minería, estará ahora disponible para otras actividades productivas y principalmente para el desarrollo de la vida humana y animal, que son la prioridad, junto con el bajo impacto ambiental, que se ha podido comprobar a través de diversos estudios. “Cabe destacar que la desalinización está también incorporando fuentes de energía renovable con mayor recurrencia, lo cual se alinea con los objetivos de reducción de la huella de carbono de las mineras”, añade.Black & Veatch lidera el mercado de la desalinicación a nivel global, tanto para usos industriales como de consumo humano. Desde 2006 acompañan a mineras a conceptualizar y diseñar soluciones de suministro de agua alternativo basado en desalinización. “Desde entonces, hemos apoyado a más de diez compañías mineras a desarrollar planes que les permitan gestionar sus recursos hídricos de manera eficiente, a largo de la vida de la operación de la mina (LoM) y utilizando la desalinización como alternativa. La crisis hídrica es una realidad que está más allá de nuestro control como especialistas en agua, pero podemos ayudar a nuestros clientes a encontrar soluciones innovadoras para mitigar sus efectos en las operaciones y también para sus comunidades”, concluye.