El proyecto energético se enmarca en los procesos de modernización y sustentabilidad institucional, y generará más de 328 mil KWh de potencia, equivalente a un ahorro de 136 toneladas de CO2.
Eficiencia energética y sustentabilidad brindará la nueva y primera planta fotovoltaica del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), ubicada en la localidad de Vicuña en la región de Coquimbo, que fue inaugurada este jueves y suministrará de energía las instalaciones del Banco Base de Semilla y otras dependencias del Centro Regional INIA Intihuasi.
La ceremonia se realizó en la planta y contó con la presencia del Director Nacional de INIA, Pedro Bustos; el SEREMI de Agricultura (s) Jorge Navarro; y del Director Regional de INIA Intihuasi, Edgardo Díaz, entre otras autoridades y asistentes.
Al respecto, Pedro Bustos manifestó que “aquí estamos avanzando en sustentabilidad y disminuyendo las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que contribuye a la mitigación. Chile tiene compromisos claros en la materia y hoy la agricultura, como industria, está preocupada de bajar sus indicadores. Este proyecto apunta en esa dirección y deja en manifiesto el esfuerzo que hace INIA para aportar en esta crisis medioambiental”.
Por su parte, el SEREMI (s), Jorge Navarro, expresó que “este es un proyecto emblemático para la región de Coquimbo, dado que el INIA está dando un paso muy importante, innovador, ya que estamos en una zona líder que genera el 99,6 % de su demanda energética con Energías Renovables No Convencionales (ERNC)”.
El proyecto energético se enmarca en los procesos de modernización y sustentabilidad de INIA y es la primera planta de este tipo del instituto. Generará 328.887 KWh de potencia máxima, equivalente a un ahorro de 136 toneladas de CO2 al año.
El Director Regional de INIA Intihuasi, Edgardo Díaz, detalló que “la plata nos permitirá producir la energía que requiere el Banco Base de Semillas, otra proporción del Centro Experimental de Vicuña y parte de la oficina de La Serena. Esto representa un hito institucional de modernización y sustentabilidad y para contribuir a los desafíos que se han planteado en la disminución de las emisiones de carbono”.
La planta se desarrolló bajo la Ley Net Billing (21.118), que permite generar energía para el autoabastecimiento y la redistribución. Esta iniciativa será autofinanciada gracias al modelo ESCO y, tras 10 años de contrato, la planta pasará a ser propiedad de INIA.