Hospital de La Serena valora y destaca el aporte de las voluntarias en el acompañamiento de pacientes

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El establecimiento serenense cuenta actualmente con 71 mujeres voluntarias que dan vida a las “Damas de Colores”.

Posiblemente las ha visto por los pasillos del hospital con sus coloridos uniformes, una sonrisa en el rostro y un gesto amable, así son ellas, las “Damas de Colores”, como tradicionalmente se les llama en el establecimiento a este grupo de grandes mujeres que aportan diariamente y en forma voluntaria, un acompañamiento y una palabra de aliento a pacientes y sus familias. La trabajadora social encargada de los cuerpos de voluntariados del recinto serenense, Melissa Muñoz, señala que son parte del patrimonio vivo de la salud y no es para menos, ya que han estado presente desde hace 55 años en el establecimiento, realizando una valiosa labor junto al equipo de salud y es por ello que, a dos meses de su retorno presencial tras la pandemia, se reconoce el aporte que realizan a diario.

En el hospital existen cinco cuerpos de voluntariado que trabajan y asisten con regularidad a un área específica del hospital, sin embargo, todos contribuyen de manera transversal cuando se les solicita. Las Damas de Rojo históricamente han estado presente en el área de Maternidad, Pediatría y UPC Neonatal; las Damas de Amarillo están presente en Medicina del Adulto y también cuentan con la Casa de Acogida; en tanto, las Damas de Verde Vida y Esperanza, son conocidas como las estilistas de los pacientes y visitan constantemente el área de Cirugía; las Damas de Lila son las históricas voluntarias que cuidan y apoyan a los pacientes oncológicos, y por último, las Damas de Blanco también realizan su valiosa labor en las áreas de medicina y especialidades médicas.

Respecto del rol que cumplen en el establecimiento, la profesional explica que las voluntarias realizan su valioso aporte en tres ámbitos, en primer lugar, el acompañamiento y contención emocional de los pacientes; en segundo lugar, la entrega de los insumos y aportes económicos a pacientes de larga estadía y por último, también ofrecen alojamiento a través de la casa de acogida de las Damas de Amarillo, que reciben a los pacientes y familiares de zonas más lejanas y que no cuentan con recursos para quedarse en la ciudad mientras reciben su tratamiento de salud.

“Nuestro desafío como voluntariados fue prepararnos y capacitarnos más, porque obviamente ahora cambió todo en el hospital y necesitábamos más herramientas y conocimientos para poder mantener el contacto diario con el paciente, como lo hemos venido haciendo desde hace 55 años; queremos seguir siendo el nexo con la familia y ser un apoyo real para el hospital. Para nosotras volver a la presencialidad es una alegría inmensa porque, si bien es cierto, nunca hemos dejado de cubrir las necesidades, lo que nos llena siempre es el contacto con el paciente”, señaló Beatriz Morros, presidenta Damas de Rojo Hospital de La Serena.