Conscientes de los graves efectos económicos que ha traído la pandemia por coronavirus en miles de familias del país, los diputados gremialistas que integran la comisión de Educación, Sergio Bobadilla, Juan Manuel Fuenzalida y Gustavo Sanhueza, propusieron al Ejecutivo que a contar del próximo año los alumnos pertenecientes a colegios particulares también puedan acceder a los textos que otorga el Ministerio de Educación (Mineduc).
La iniciativa, explicaron los tres parlamentarios, surge a partir del alto costo que deben desembolsar los padres y apoderados para adquirir los textos que venden las editoriales particulares, cuyo valor varía entre los $25.000 y $35.000, en circunstancias que los establecimientos suelen solicitar cerca de cinco unidades o incluso más por cada alumno, afectando considerablemente los ingresos de las familias chilenas, en especial las de clase media.
“Todos sabemos los graves efectos económicos y laborales que ha provocado esta pandemia, que aún no termina y que amenaza con seguir afectando a los chilenos. Por lo mismo, de cara al próximo año, tenemos que buscar todas las alternativas que existan para aliviar el bolsillo de los padres y apoderados, que en marzo suelen gastar una enormidad de recursos entre uniformes, matrículas, útiles, transporte y, sobre todo, textos escolares, para quienes pertenecen a un colegio donde se les exijan libros distintos a los que entrega el Mineduc”, señalaron los parlamentarios.
En esa línea, Bobadilla, Fuenzalida y Sanhueza insistieron en que “el ministerio debe abrirse a dicha posibilidad y ampliar el presupuesto que tiene para adquirir estos textos y entregarlos de manera gratuita, porque de esa forma también evitaremos que una vez más las editoriales se aprovechen de esta situación estableciendo precios que son irrisorios para las condiciones actuales del país”.
Además, los parlamentarios de la UDI incluso hicieron un llamado al Mineduc para que los colegios particulares subvencionados que suelen rechazar los textos del ministerio los acepten por esta vez, evitando así que exista una discriminación entre los alumnos que pueden adquirir los libros de otras editoriales y quienes no pueden hacerlo.