Desaladora de empresa sanitaria se mantiene en vilo

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Luego que el 17 de mayo, el Servicio de Evaluación Ambiental de la región de Coquimbo decidiera no admitir a trámite el proyecto de una planta desaladora impulsada por la sanitaria Aguas del Valle, la empresa aún no reingresa el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) subsanando las observaciones.
Entre ellas está que la compañía no logró establecer la relación entre la propuesta y Plan Regulador Intercomunal de la Provincia del Elqui (PRI Elqui), vigente actualmente. Tampoco exhibió los contenidos técnicos y formales que acrediten los requisitos ambientales sectoriales, asociados a la calificación de instalaciones industriales y de bodegaje.
El proyecto “Desaladora para Agua Potable de Coquimbo”, presentado el 10 de mayo pasado, con una inversión de US$181 millones, busca la construcción de un complejo, en el sector El Panul, que tendrá una capacidad inicial de 600 litros por segundo (l/s) de caudal en su primera fase, con un máximo de 1.200 l/s de producción.
Sin embargo, para el SEA, la propuesta identificó todas aquellas políticas y planes evaluados estratégicamente, respecto a la compatibilidad del proyecto con el uso del territorio y los objetivos ambientales.

El proyecto, en una primera etapa, permitirá respaldar el consumo humano de agua potable para la conurbación La Serena- Coquimbo, y luego, de ser requerido, para otras localidades de la región, como Ovalle y Andacollo. La planta está proyectada para utilizarse como complemento durante los períodos en que las fuentes de agua dulce no puedan abastecer la demanda de agua potable. De mantenerse la adversa situación hídrica actual, se proyecta iniciar su construcción en 2024, para comenzar a operar durante el 2026.