Periodista de profesión debió enfrentar los coletazos de las crisis económicas que se arrastran desde el estallido social. En el plano personal, se dedicará a descansar con su familia después de dejar el cargo, pero no para retirarse del ámbito público, porque no descarta seguir una aventura política en algún puesto de representación popular.
Quedan solo horas para que el periodista Ignacio Pinto le entre un dossier con carpetas y antecedentes de la gestión de los últimos cuatro años al médico cirujano Rubén Quezada. Esa será una de las actividades centrales del tradicional “cambio de mando” en la Delegación Presidencial de la región de Coquimbo, hito que marca la transición entre lo que fue el Gobierno de Sebastián Piñera y la nueva administración de Gabriel Boric.
Pinto llegó al poder como Secretario Regional Ministerial (Seremi) de Gobierno, y asumió como máximo enlace y representante de La Moneda tras la salida del arquitecto Pablo Herman, a quien se le pidió la renuncia luego de protagonizar un impasse con el diputado Sergio Gahona (UDI) por la fallida nominación del Seremi del Medio Ambiente.
Comenta que se va con una buena sensación, pese a que faltaron por materializar algunos proyectos, pero a su juicio el segundo gobierno de Sebastián Piñera será recordado por los tres hospitales que comenzarán su construcción: Coquimbo y La Serena, y eventualmente si se asignan recursos, será el turno del proyectado para Illapel.
Después del 11 de marzo, adelanta que descansará y aprovechará de pasar el tiempo con su familia.
“Han sido seis meses muy intensos, de mucho trabajo, donde me he sentido muy grato y bien acompañado por el equipo, los funcionarios de la Delegación, y cerrando el ciclo de nuestro gobierno que es una responsabilidad tremendamente grande y enfrentando procesos políticos importantes como fueron las últimas elecciones”, sostuvo.
Siente que se va con la tranquilidad y sensación de haber cumplido la responsabilidad que se le encomendó. “Para la región de Coquimbo siento que el principal legado es la infraestructura hospitalaria y la cirugía mayor a la salud que encabezamos. Tener tres nuevos hospitales proyectados para la región, un nuevo CDT, el hospital de Ovalle, los Cesfam que también se inauguraron en este periodo, es una infraestructura que es claramente el cambio más importante que ha tenido la región en su historia. Eso nos deja muy conformes y satisfechos en poder haber avanzado en esa materia”, comentó.
Y es que, desde fines de septiembre en 2020, la gestión Piñera en la región ha debido enfrentar duros cuestionamientos por el emblemático caso Papaya Gate, luego que la ex Intendenta y militante UDI, Lucía Pinto, firmara, sin consentimiento de la Contraloría, un millonario contrato por $9.800 millones para la compra de predios para un centro deportivo, con valores abultados, pese a ser representada en cuatro ocasiones por el ente fiscalizador. Al respecto, Ignacio Pinto cree que si bien hay que esperar que se desarrollen las investigaciones correspondientes, y evitando hacer juicios anticipados, “es un hecho que sin duda fue doloroso para nuestra gestión, que, a pesar de ello, nos pudimos sobreponer y salir adelante como gobierno y coalición”.
“Han sido cuatro años muy duros, de mucha exigencia y mucho tiempo dedicado a la función pública, pero también de mucho aprendizaje. Lo que más agradezco de esta función, tanto como de vocero de Gobierno como delegado Presidencial es el aprendizaje que nos deja a todos quienes fuimos parte de este gobierno porque nos permitió enfrentar muchos desafíos como la pandemia, el estallido social, crisis económicas, y conocer también muy bien la realidad de la región y sus distintas localidades”, agregó.
Descanso
A las 14:00 Ignacio Pinto saldrá del salón Prat del Gobierno Regional y piensa dedicarse a su familia y otras actividades. “Lo primero es tomar descanso, creo que hay que recuperar mucho tiempo perdido con la familia, tengo hijos pequeños y creo que este trabajo, si bien tiene muchas satisfacciones, también tiene un impacto importante en las personas que a uno lo rodean”, cuenta.
Hasta el momento, en el ámbito laboral, el periodista no tiene planes trazados, pero seguirá residiendo en la región, “colaborando en cualquier iniciativa que permita seguir desarrollando”.
En ese sentido, tampoco descarta y mantiene abierta la posibilidad una nueva aventura política: “todos los que hemos estado en cargos de servicio público, sentimos ese llamado a servir desde cualquier sector. Por lo tanto, siempre nos vemos atraídos por dar continuidad a lo que hemos desarrollado con mayor fuerza y poder seguir colaborando”.