Crecimiento real y foco

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De acuerdo a las cifras del Banco Central (BC) de Chile, el crecimiento económico de la región de Coquimbo el año antepasado, el 2022 fue prácticamente plano, con una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de solo un 0,5%. En 2023, la tasa subió ostensiblemente, al situarse con un 3,5%. Sin embargo, al tercer trimestre del 2024, el alza alcanza llega al 2,8%, inducido por los sectores servicios personales, las industrias manufacturera y pesquera, además de la cons-trucción.
Y si bien, la economía local dejó su moderado dinamismo , el PIB Regional de este año sería más lento que el 2023. Pese a ello, los números son “alentadores” para las autoridades, quienes miran con optimismo lo que ocurrirá el 2025.
Pero más allá de los números y proyecciones, es posible ver que en la práctica la economía se está moviendo lenta-mente y es necesario generar condiciones y certezas para que ese ritmo se comience a acelerar. Y esto pasa necesaria-mente por áreas que generen riqueza, que logren atraer capitales y no solo ofrecer servicios secundarios.
Minería, construcción, agricultura, pesca y acuicultura, turismo, deberían ser los ejes sobre los cuales esta región debe-ría apuntar, ayudando a destrabar inversiones, un trabajo que han liderado con éxito las autoridades regionales.
Sin embargo también da la sensación de que no todos reman en la misma dirección y algunas instituciones y funciona-rios todavía no entienden la idea de facilitar el emprendimiento, la inversión. Y siguen trabando innecesariamente los procesos. Por ello es indispensables que las nuevas autoridades comunales que han asumido ya y los de gobierno regional que asumirán el 6 de enero, estén en sintonía, para tratar de avanzar en serio .
El verdadero crecimiento no sólo consiste en gastar más plata del estado para subsidiar y asistir, sino también en generar condiciones propicias para que la economía se desarrolle por si misma.

Víctor H. Villagrán
Editor Semanario Tiempo