La desalación, sin ninguna norma ambiental, cuesta US$1 por metro cúbico (m3), y si se le imponen reglas más estrictas, como en California o Australia, su valor ascendería a los 3 o 4 dólares el m3. Mientras, traer agua desde el sur del país llegaría a un precio del orden de US$ 1,5 por m3, es decir, la mitad que extraer el recurso desde el Océano, sin normas ambientales.
A nadie sorprende escuchar que la región de Coquimbo experimenta una prolongada escasez hídrica, con embalses prácticamente secos, mientras miles de personas siguen abasteciéndose por camiones aljibes y se acentúa el uso de las napas subterráneas para obtener el vital elemento. La agricultura está deprimida y la amenaza de racionamiento en las ciudades está a la vuelta de la esquina.
La dura condición de la zona, incluso promovió -hace varios meses- la creación de la Comisión de Aguas y Recursos Hídricos en el Consejo Regional de Coquimbo, instancia donde se conocieron detalles de los costos para obtener agua a partir de la implementación de una planta desaladora versus aquella derivada de la construcción de una carretera hídrica.
Alcaldes, diputados, seremis, gremios y representantes de la sociedad civil conocieron los antecedentes que proporcionó la empresa Vía Marina, que a través del proyecto Aquatacama, busca trasladar el recurso desde el sur al norte del país: “la carretera hídrica, Aquatacama”.
En palabras de Félix Bogliolo, fundador y presidente de Vía Marina, esta iniciativa busca “hacer una interconexión de todos los ríos de Chile y, así, distribuir mejor los recursos hídricos para beneficiar íntegramente a todo el país”. Para esto, se propone tomar agua en la desembocadura de ríos del sur, y entregarla por etapas a todo el norte de Chile. El traslado sería mediante un ducto submarino, a lo largo de la costa, mientras que el uso de esta agua buscaría satisfacer la demanda urbana, minera y, principalmente, la agrícola.
Bogliolo destacó que la demanda de agua en Chile es muy superior a lo que puede producirse a través de la desalación, pues “se necesitaría construir 200 desaladoras para cubrir la demanda. Respecto del consumo energético, consumimos del orden de 5 veces menos que la desalación, y eso se traduce en 5 veces menos plantas solares o molinos de viento, que es un beneficio importante en materia de captación de CO2”.
Respecto del costo, Bogliolo dijo que “la desalación, sin ninguna norma ambiental cuesta US$1 por m3, y si se le imponen normas ambientales estrictas, como en California y Australia, cuesta del orden de US$ 3 o 4 el m3, mientras nosotros podríamos costar del orden de US$ 1,5 por m3, es decir, la mitad que la desalación sin normas ambientales, y con normas ambientales, 8 o 10 veces menos”.
Un traslado de agua que, a juicio de Bogliolo, “no tiene ningún impacto medioambiental negativo”, más allá de la definición de caudales que se puede captar en la desembocadura de los ríos dadores. Agregó que, en los ríos Maule, Biobío, Toltén e Imperial, hay un estudio de Corfo “que muestra una disponibilidad de 1.000m3/segundo, lo que hay que confirmar con un estudio de impacto ambiental, y luego viene la decisión política de cuánto se puede tomar y poner todas las restricciones en variaciones estacionales”.
REACCIONES
Para el presidente de la comisión de Aguas y Recursos Hídricos, Cristian Rondanelli, “la comisión siempre abierta a quien nos plantee una solución a la grave crisis hídrica que vivimos, no solo como región, sino que como país, como lo hace este proyecto Aquatacama. Creo que las opciones de solución a largo plazo deben ser vistas en su totalidad y debemos derivar en cómo van a ser desarrollables íntegramente”.
Desde el área agrícola, la gerenta de la Sociedad Agrícola del Norte, Daniela Norambuena, “hoy es hora de tomar acciones, y valoro mucho que hayan estado presentes las personas que toman decisiones en materia hídrica para la región, así que espero que pronto podamos tener esta disposición y se genere una estrategia transversal a nivel regional en materia hídrica y que avance en un largo plazo y no dependiendo de los cambios de administración del corto plazo”.
En tanto, la alcaldesa de Río Hurtado, quien además preside la Asociación de Municipios Rurales, Carmen Juana Olivares, indicó que “es necesario revisar cada una de las iniciativas que se presente para enfrentar esta problemática tan crítica para el agua de consumo humano y la agricultura. Todas estas alternativas deben ser estudiadas, considerando que las problemáticas, requerimientos y soluciones en los distintos territorios también van a ser diferentes, por lo que es aún más importante conocer estas alternativas de solución”.