Semanario Tiempo, indagó en las condiciones que debe generar Andes Iron para poder construir y operar, como forma de prever los efectos de aquellos impactos, como las correspondientes medidas de mitigación, restauración y/o compensación que el proyecto implementará para cada una de sus fases relevantes que se encuentran en el Informe Consolidado de Evaluación (ICE) positivo, después de casi cuatro años de haber presentado su Estudio de Impacto Ambiental, el 13 de septiembre del 2013.
ETAPA DE CONSTRUCCIÓN:
Para un total de 20 obras o acciones durante la etapa de construcción del proyecto se determinaron sus posibles impactos y las respectivas medidas de compensación y mitigación. De esos impactos dos corresponden a ruidos, dos a recursos hídricos, tres a impactos en el suelo, seis impactos en la fauna terrestre, dos potenciales impactos en el medio marino y seis en el medio ambiente humano.
Para cada uno de esos potenciales impactos se determinaron medias de mitigación o de compensación. Por ejemplo, para el ruido, se obliga a establecer barreras acústicas, para la alteración de niveles freáticos de agua subterránea durante la construcción, se obliga a establecer barreras de pozos, estanques de aguas captadas y tuberías de conducción entre otras medidas.
Además existen planes de gestión para conservar la vegetación, y también para la “revegetación” de especies, además de rescate y relocalización de cactáceas.
En el caso de la fauna terrestre, se obliga a conservar vegetación para el hábitat de llamas y guanacos, optimización de bebederos, atraviesos de animales incluyendo a pequeños vertebrados.
En el caso del medio ambiente marino se incluye el control de la población de rata negra en Islote Pájaros, y la implementación de un sistema de alertas para avistamientos de cetáceos menores en bahía Totoralillo Norte.
Finalmente, respecto del medio ambiente humano, existen cinco potenciales impactos. Entre las principales medidas o condiciones se establece el reasentamiento de dos familias, y destaca también la obligación de tener control de la población flotante (obreros) quienes deberán permanecer dentro de las instalaciones del proyecto en dos campamentos para el alojamiento, casino, policlínico, áreas de esparcimiento y estacionamientos. Además se menciona el cambio de ruta de navegación para pescadores al interior de la bahía de Totoralillo Norte durante la etapa de construcción. Finalmente, debido a la interrupción de las rutas de pastoreo caprino, se obliga a la empresa a disponer de forraje para 800 cabezas de ganado caprino.
ETAPA DE OPERACIÓN
En el caso de la operación minera y portuaria se establecieron 17 obras o acciones y sus posibles impactos, en áreas similares a las del proceso de construcción. Entre las medidas de mitigación, compensación o restauración destacan las relativas a la conservación de la vegetación, la protección de hábitat de animales, aves y fauna silvestre en el área del rajo minero, pero de sobremanera las que se refieren a la operación de embarque en el sector costero de Totoralillo Norte. Así, por ejemplo, se obliga a la protección de los sitios de nidificación del Pingüino de Humboldt en el islote “Totoralillo Norte”; monitoreo de plancton en el medio marino, control y erradicación de especies exóticas; restricción de velocidad, frecuencias y rutas de navegación; determinación de 20 kms como áreas de exclusión en torno a isla Choros y Damas.
También en el proyecto se deben hacer cargo del impacto de la permanencia de miles de trabajadores en el sector, obligando a la permanencia en instalaciones del proyecto incluso con cláusulas especiales en sus contratos, incluyendo buenas prácticas respecto al consumo de alcohol y drogas.
Finalmente, hay un importante acápite relativo al resguardo patrimonial de 18 sitios arqueológicos, excavaciones de rescate, análisis de materiales y depósito del 100% del material en entidad museológica de la región de Coquimbo.