Los especialistas sostienen que la economía chilena ha perdido su potencial de crecimiento, basándose en que, en 2023, el país sólo creció un 0,2%. Para 2024 – 2034, se estima que el crecimiento potencial ascenderá a un máximo de 1,8% en promedio anual. Durante los períodos presidenciales de Patricio Aylwin y Eduardo Frei, el PIB se expandió a un 6%, siendo una de las mejores décadas de nuestra historia económica. Hoy, Chile es apenas una sombra de dicho período, lo que se observa en la alta informalidad laboral y en los niveles de desocupación abierta cercanos al 9%.
Existe un consenso en que la única forma de incrementar el PIB potencial es aumentando las tasas de ahorro e inversión. La inversión no corresponde a adquisiciones de acciones o bonos, sino que equivale a un incremento del stock de capital físico en términos macroeconómicos, evidenciándose en mayor infraestructura, mejores plantas productivas y mayor volumen de activos fijos. Esto genera un círculo virtuoso en un mayor crecimiento, inversión y expansión productiva.
Una mayor inversión es, al final, el mejor antídoto contra la pobreza, la desigualdad y el desempleo. Una fracción de la inversión total corresponde a la variable conocida como «Inversión Extranjera Directa» (IED), siendo reconocida cada vez más en la literatura económica por su rol en la expansión del PIB, el incremento del empleo, el desarrollo de la tecnología y el aumento de las exportaciones. Una muestra de aquello, son China e India, quienes en los últimos 20 años lograron un fuerte crecimiento debido a su capacidad para atraer empresas multinacionales occidentales.
En Chile, la IED ha mostrado un comportamiento extraño y volátil, en el período 2016 – 2023, inclinándose en general a la reinversión de utilidades por parte de compañías ya instaladas en Chile. InvestChile, institución relativamente joven, es la agencia especializada del Estado encargada de promover las potencialidades de Chile en países desarrollados y economías emergentes. Sin embargo, su labor debe ser fortalecida aún más.
Los factores más importantes a la hora de atraer capitales extranjeros son, entre otros: seguridad pública; respeto al derecho de propiedad; políticas públicas orientadas al libre mercado; baja corrupción; estabilidad macroeconómica, jurídica y tributaria. En este ámbito no hay milagros, porque en el camino al desarrollo socio – económico las políticas públicas deben ser inteligentes, coherentes y pro – crecimiento.