Hoy junto con la economía, sin lugar a dudas el tema de la seguridad pública es el que copa las conversaciones de gran parte de las familias chilenas. También comerciantes y empresarios, trabajadoras y trabajadores honrados y madres dueñas de hogar, todos tienen por estos días el fantasma de la delincuencia rondando en su día a día.
En este contexto, la figura de carabineros resulta vitale para entregar tranquilidad y orden social.
Si bien los últimos años de la institución han sido sumamente complejos por los conflictos sociales y sus consecuencias, lo cierto es que en nuestro país sigue existiendo necesidad y confianza en el proceder de los carabineros de Chile. Las personas necesitan del servicio público y sin duda recurren a ellos cada vez que necesitan seguridad pública.
La institución creada el 27 de abril de 1927, que recibió su nombre de los cuerpos de caballería que portaban “carabinas” para su defensa, este año cumplirá 97 años de vida. Corresponde saludar a la institución, pero muy especialmente a cada uno de esos chilenos que cada día se levanta para trabajar por la paz social, por el cuidado de todos nosotros.
Celebramos el esfuerzo y nos sumamos a las voces que piden más recursos y personal para poder cumplir mejor su función, con modernización y efectividad.
Para una función tan delicada como la que ejercen nuestros carabineros, es necesario recordar en forma permanente la fe pública puesta en su labor y la gran expectativa que existe en su correcto desempeño.
En especial de los jóvenes carabineros de nuevas generaciones, que permanentemente deben sentirse a prueba y medir con templanza y sincera vocación las tentaciones, pruebas y desafíos a los que se enfrentan día a día.
Vaya a la institución nuestro reconocimiento y agradecimiento con el deseo de que en sus filas siga fluyendo el espíritu de patria noble y querida, por la que todos trabajamos y queremos ver crecer con armonía y paz social.
Víctor H. Villagrán
Editor Semanario Tiempo