Si bien CAP está disponible a la discusión, solicitó que este nuevo sistema de tributación considere las características propias para la minería del hierro. En AMSA, en tanto, el principal aporte que realiza la minería a Chile “va mucho más allá” de los impuestos pagados.
Durante la última sesión de la Comisión de Minería y Energía del Senado, se realizó una exposición que tuvo como protagonista a grandes compañías mineras del país, ello debido a la tramitación del proyecto de Ley que establece un royalty de compensación para el Estado.
Así, en la exposición ante los representantes de la Cámara Alta participaron Julio Bertrand, gerente General de CAP e Iván Arriagada, presidente Ejecutivo de Antofagasta Minerals, esta última forma matriz de minera Los Pelambres.
Bertrand, sostuvo que si bien CAP se presenta como una empresa disponible a la discusión, sin embargo solicitó que este nuevo sistema de tributación considere las características propias para la minería del hierro, siendo integrada a la producción de acero.
“Este mecanismo de compensación llamado royalty tiene que ser sustitutivo al impuesto específico a la actividad minera”, indicó el alto ejecutivo, quien agregó que se debiese proponer estímulos, extensiones tributarias o tipos de depreciación acelerada, para continuar promoviendo las inversiones. “En las compensaciones tributarias en la industria del hierro debe considerar niveles máximos entre el 35 y 45% de la utilidad bruta. Estos números nos van a permitir continuar siendo una industria competitiva”, precisó.
A lo anterior, Bertrand sumó que tanto el hierro que produce la empresa, como aquel que se destina para la elaboración de acero, “debe ser eximido de un pago de royalty”.
En tanto, Iván Arriagada, presidente de Antofagasta Minerals, acotó que el principal aporte que realiza la minería a Chile va mucho más allá de los impuestos pagados. Así, desglosó que un 80% de los ingresos de grupo en 2020 se utilizó en proveedores, pago de remuneraciones, inversiones y aportes a las comunidades. Otro 10% se destinó a impuestos y el 10% restante, a los inversionistas.
“Creemos que un cambio tributario debe permitir y habilitar el desarrollo del sector, sus operaciones, inversiones y avances hacia la minería verde que es clave para el futuro de la industria y para su legitimidad en la sociedad”, mencionó.
Por ultimó dijo que se deben considerar tres criterios que son importantes: la competitividad de los tributos con otros países; las distintas realidades geológicas en los yacimientos y, por lo tanto, de sus resultados; y la estabilidad de las reglas en el tiempo es muy importante para incentivar las inversiones en el largo plazo”.