Gerente regional de la compañía, Andrés Nazer, aseguró que nuevo estudio subsana aquellas observaciones que fueron cuestionadas por la autoridad ambiental, especialmente relacionadas a aspectos comunitarios y arqueológicos. Estudio de Impacto Ambiental será presentado este año a tramitación.
Cuando han pasado varios meses desde que la empresa Aguas del Valle vio truncada sus aspiraciones de construir una planta desaladora en la región de Coquimbo, esta semana -sorpresivamente- la sanitaria regional inició una primera ronda de participación ciudadana para socializar la iniciativa que busca alojarse en el sector El Panul de la comuna puerto.
Y entre los cambios está su costo de materialización. Ello, pues la inversión estimada para su materialización pasó desde los US$120 a US$260 millones, además de mayores especificaciones en los estudios para someterse a tramitación ambiental.
“El proyecto técnicamente es muy similar, pero vienen con estudios más robustos en las materias que fueron analizadas. Tenemos la confianza que, en esta ocasión, con lo que se planteó en esa oportunidad, estamos llegando con más información y actualizada, por ejemplo, en los temas arqueológicos, o de flora y fauna. Esperamos que, con estas participaciones tempranas, incluso, podamos recoger algunas otras que se vengan presentando”, aseguró Andrés Nazer, gerente de la empresa al ser consultado por Semanario Tiempo.
Según el ejecutivo, al ser requerido por este medio, el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) se presentará durante el segundo semestre de este año. “Este es un proyecto muy importante para las comunidades y la región porque viene a reforzar y robustecer la capacidad de la región para producir agua y distinta a lo que hasta ahora se ha realizado en su historia.”, añadió.
De acuerdo a los antecedentes aportados por la empresa, la construcción de la planta desaladora -que producirá 1.200 litros por segundo- demandará la contratación de unos 1.000 trabajadores. Asimismo, el complejo tendrá una vida útil de 54 años y beneficiará a 460 mil personas de las comunas de La Serena y Coquimbo.
En ese sentido, Nazer consideró que este proyecto se realizará con el Ministerio de Obras Públicas, a través de su Dirección de Concesiones. “Es un proyecto que estamos haciendo esta presentación de forma temprana, pero posteriormente, el Sistema de Evaluación Ambiental lo liderará el MOP, a través de esa dirección”, precisó.
Entre año complejo y anuncio gubernamental
Este año se sabía que sería complejo para la región de Coquimbo en material hídrica. Pese a las abundantes últimas lluvias, los embales se encuentran prácticamente secos y siempre es persistente un eventual racionamiento en algunos sectores, aunque dicho fantasma parece alejarse para las grandes ciudades. En ese sentido, existe un compromiso del presidente de la República, Gabriel Boric, de llamar a licitación este proyecto.
Y ha sido la Dirección General de Concesiones la unidad que ha dado datos de las características de este proyecto que vendría a licitarse durante el último trimestre del año en curso. De acuerdo a lo informado por Concesiones, el servicio de desalinización de agua de mar mediante el sistema de osmosis inversa, incluyendo además las obras del sistema de captación para la alimentación de la planta, emisario de descarga de salmuera, sistemas de prefiltración así como las obras para el sistema de conducción y bombeo. En tanto, el recurso se almacenará en un estanque de distribución de agua potable de 8.000 m3, preliminarmente ubicado a cerca de 21 km de la planta.
Según el seremi de Obras Públicas, Javier Sandoval, la invitación es que todas las empresas puedan participar en esta licitación, que será con los más altos estándares internacionales. “Está abierta, no está definido, no puedo decir cuál empresa va a participar o no. Pero queremos que cualquier empresa que participe sea con los mayores estándares posibles”, sentenció.