El trabajo ejecutado por investigadores de INIA Intihuasi ha obtenido resultados positivos con manejos agronómicos para obtener fruta de la mejor calidad, en esta iniciativa financiada por el Programa de Gestión Territorial para Zonas Rezagadas (SUBDERE y GORE-Coquimbo).
Ajial de Quiles, La Rinconada, La Polvareda y Parral de Quiles, son localidades ubicadas hacia la zona costera de la comuna de Punitaqui, en nuestra región de Coquimbo, que son parte del secano y están fuera del área de influencia de embalses, por lo que la actividad agrícola se basa en la ganadería caprina y en algunos frutales, destacando la producción de cítricos, principalmente limones.
Angélica Salvatierra, Ingeniera Agrónoma del Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA y directora del proyecto señala que “la idea es mejorar los sistemas de cultivo basado principalmente en el uso eficiente del agua. Por ello, nos preocupamos de que tengan los sistemas de riego adecuado y también reciban capacitaciones en toda la labor agrícola como también el proceso de comercialización”.
Para Iván Araya, productor de Parral de Quiles, el trabajo del INIA Intihuasi ha sido muy bueno, “ya que se han sacado muchas ideas buenas, se ha aprendido mucho como el modo y manejo de un huerto, que no teníamos idea, solamente plantar, pero nada más. La forma de cómo cuidar, como hacer una poda y varias cosas muy interesantes. El hecho también que el grupo lo toma de muy buena forma, se ve el apoyo que hay, así que, agradecido de eso, del INIA. Para el futuro, esperamos tener un ingreso que no estaba considerado años atrás, esperar que se mejoren los precios y trabajar en conjunto para comprar los insumos y maquinarias, ya que sale más barato”.
Las características de calidad de los limones de Punitaqui son similares, en términos de tamaño de fruto y jugo, a los que actualmente se exportan, adicionando un sello distintivo por su sector de producción, que se relaciona con la vida en postcosecha, sin presentar infecciones fungosas. Cualidad que junto a aroma pueden ser consideradas en una futura comercialización con un sello distintivo, dado el sector de producción de secano con precipitaciones escasas. Se destaca la cualidad de 30 % de jugo en promedio durante los meses de junio a diciembre y, el tamaño de frutos llegaría a los 130 gramos aproximadamente, cantidad similar a la de otras zonas productoras de la región.
Claudio Salas, director regional de INIA Intihuasi sostuvo que además de la eficiencia hídrica “se ha fomentado también, una citricultura con base ecológica donde el control de plagas y enfermedades prioriza estrategias de bajo impacto ambiental como, por ejemplo, control biológico natural. Las agricultoras/es han avanzado mucho en el transcurso del proyecto tanto en lo técnico como en el trabajo colaborativo, por tanto, no tenemos dudas que podrán mejorar la rentabilidad del cultivo en el corto plazo”.
Esta fruta se comercializa mayoritariamente en el mercado de Ovalle, conociéndose como “limón de cerro”, para distinguir su procedencia de otros sectores. Como se ha señalado anteriormente, la asociatividad es un componente que se consideró necesario para explorar e ingresar a nuevos mercados, por lo que profesionales capacitados en esta área, mediante charlas explicativas de los beneficios y de recursos monetarios de otras instituciones de gobierno, encaminaron a los agricultores del primer grupo a asociarse formalmente, conformándose un grupo de 36 agricultores, a través de una cooperativa llamada A’ Quiles.
El desafío hoy está puesto en el trabajo con ambos grupos, en seguir mejorando la cantidad y calidad de sus limones, sumándose al trabajo colaborativo de comercialización que les permita obtener nuevos y mejores ingresos para la economía local de sus hogares y por ende, para la comunidad de Punitaqui, en la provincia del Limarí.