Una delegación de pesca y acuicultura proveniente de Perú visitó nuestra zona para conocer la experiencia local sobre economía circular. En nuestra región, a través del programa MásMar se ha avanzado de manera relevante en la valoración de los desechos orgánicos marinos como materias primas para subproductos.
De la misma forma, los industriales pesqueros, hace varios años ya descubrieron que desde sus mallas de pesca desechadas, podían surgir hermosos y sofisticados artículos , como lentes de sol o tablas de skate board.
Hoy es la ley Chilena la que exige a las empresas productoras que definan el destino de los desechos generados para la producción y para la comercialización de sus productos.
Pero el camino será complejo y con mucho aprendizaje de por medio, ya que será necesaria la generación de una cultura medioambiental como factor clave para cumplir con las metas planteadas por la nueva legislación.
Una clave es aprender a separar correctamente en origen, sin contaminar entre si a los distintos materiales, para facilitar el trabajo en las plantas de segregación, entregando materiales reciclables / materia prima de calidad a las plantas valorizadoras. El sentido de aquello es evitar posibles mermas o rechazos por la mala calidad de los materiales obtenidos del proceso de segregación.
Pero esta nueva lógica de economía circular también traerá consigo a nuevos actores ya no solo del sector industrial, sino distintos gestores, empresas de transporte de residuos, laboratorios de investigación, educación ambiental, fabricantes de soluciones de acopio, de embalajes reciclables, compostaje y valorización energética entre muchos otros.
Acá la pregunta que surge, por ejemplo, es de qué manera las universidades e institutos superiores están educando a las nuevas generaciones para la búsqueda de soluciones innovadoras en estos nuevos paradigmas. Sin duda hay una tremenda oportunidad.
Víctor H. Villagrán
Editor Semanario Tiempo