Está dentro de lo posible. Son ministros políticos que votan bajo criterios políticos ante un proyecto que abiertamente –en discurso públicos masivos- el propio presidente declaró su postura absoluta de rechazo. Por lo tanto ,era un escenario muy predecible lo del proyecto minero portuario Dominga. La historia se repite.
Una diferencia quizás es que ahora el gobierno compromete una inversión de 580 mil millones en ocho años para cuatro comunas de la provincia de Elqui, entre las cuales está La Higuera. Bien. Maravilloso. Perfecto.
El asunto está en la bajada de ese anuncio, que en un ejercicio matemático básico, corresponde a casi el presupuesto total de toda la región durante diez años. Es que el número es tan grande que posiblemente a muchos no les signifique nada porque no tienen punto de comparación. Sólo tenga presente que el presupuesto anual de la comuna de La Higuera es de 4 mil millones y el de toda la región en un año bordea los 65 mil millones.
En fin, se crean altísimas expectativas en las personas, pero que esperemos que se concreten, aunque en ocho años lo más probable sea que el ministro Grau ya no esté en su cargo y no haya nadie a quien pasarle la cuenta. Y es que promesas han existido muchas. Y aquí estamos. A las empresas se les restringe el vínculo con las comunidades y las entrega de recursos. ¿Y a los políticos?
Por lo pronto, quizás, si fuéramos consecuentes con el discurso de protección ambiental y asumiendo que una de los grandes problemas es la falta de conocimiento o el desarrollo de una buena línea base medio ambiental de la zona costera de La Higuera, un anuncio hubiera sido la disposición de recursos especiales para estudiar y proteger esa zona… Pero para qué, si todavía podemos esperar un poco más…
Y es como que a nadie le interesa entrar en los temas de fondo. Simplemente el slogan se sobrepone a todo. Por ejemplo, nadie dice que el proyecto minero, el rajo minero y su área productiva prácticamente no tuvo reparos técnicos y que casi todas las aprehensiones están por la instalación de un puerto ubicado a 30 kilómetros al sur de Isla Damas.
Quizás debemos enterarnos cómo lo hacen en Alemania, en Países Nórdicos, en la costa de California, en países con altísimos estándares medioambientales se logra hacer convivir el desarrollo económico-industrial y el cuidado al medioambiente, porque la tecnología existe. Pero por ahora esto es una historia sin fin que definitivamente confunde.
Víctor H. Villagrán
Editor Semanario Tiempo