La iniciativa en el reconocido sector de la ciudad-puerto considera, a modo de resumen, 4.001 micropilotes; 5.551,5 m3 de hormigón, y se deberá mantener la extracción y redistribución de a lo menos 475 m3 (475.000 litros) de agua del humedal.
La necesidad de áreas verdes en la región de Coquimbo está entre las más altas del país. Por ello, se viene materializando la idea de ejecutar nuevos parques en La Serena y ciudad-puerto, pulmones que vengan a revitalizar el crítico déficit en la materia.
El 05 de agosto, y con la presencia del ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, se instaló la primera piedra en el parque urbano del Cerro Grande de La Serena, iniciativa ansiada por la comunidad que tiene un plazo de ejecución de 540 días corridos, y que significa una inversión sectorial cercana a los $3.745 millones.
Se trata de un espacio público que contribuirá con 88,05 hectáreas, y que intervendrá la alta cumbre con recorridos peatonales y bicicletas. Y en la planicie, donde está el ingreso principal, tendrá faenas dedicadas a la recreación y servicios, circuito inclusivo, ente otros.
Montes señaló que “por todas las riquezas y potencialidades que permite el desarrollo en salud, estoy muy contento que el ministerio de la Vivienda está apoyando y trabajando en este tipo de proyectos que no es solo viviendas, sino desarrollo urbano, donde se habita, donde se construye mejor calidad de convivencia”.
Con su ejecución, el parque urbano Cerro Grande podría inaugurarse, en caso de mantenerse el ritmo en su construcción, durante el primer trimestre del 2024, avance significativo que contrasta con la idea de implementar otro en el sector del Humedal el Culebrón. Esto, luego que la directora regional del Servicio de Evaluación Ambiental, Claudia Martínez, estableciera que la iniciativa deberá someterse “obligatoriamente” al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA).
Con fecha 06 de junio de este año, el Serviu región de Coquimbo, consultó respecto de la pertinencia de ingreso al SEIA el proyecto denominado “Parque Humedal El Culebrón”. La intervención a este humedal se trabajará en relación a un Plan Maestro, que considera tres áreas generales: administración e investigación; recuperación del humedal, y espacios públicos, circulación e interpretación, todos en un total de 317 mil m2.
Como se ha señalado, el proyecto consiste en la ejecución de infraestructura destinada a un Centro Regional de Humedales y otras dependencias, como también pasarelas de contemplación de flora y fauna y vías de evacuación costera en caso de tsunami. Para ello, se diseñó la estructura de los distintos elementos que lo conforman en madera principalmente, con fundaciones aisladas de hormigón armado.
El hincado de pilotes, dadas las características del suelo, tienen una longitud de 15 metros, se instalan con una maquinaria pesada que debe ir avanzando, taladrando e inyectando mortero especial, de manera que el sistema funcione adecuadamente. Las dimensiones serán suficientes para permitir el normal desenvolvimiento de los equipos durante el proceso de perforación. Si el terreno no fuera lo suficientemente firme, se preparará una base estabilizada de al menos 30 centímetros, compactada con rodillo.
Se estima mantener durante el proceso de taladrado de micropilotes tres maquinarias trabajando simultáneamente, con un avance diario de 75 metros lineales, en jornadas de lunes a viernes de 8:00 a 18:00 horas.
Una vez instalados los micropilotes, según proyecto, se deberán ejecutar las faenas de construcción de las fundaciones de hormigón armado, por lo que se ejecutarán trabajos de agotamiento, a fin de mantener el sector de trabajo seco. Por lo anterior, y considerando que los camiones que trasportan hormigón tienen capacidad máxima de 8 m3, se estiman aproximadamente 34 camiones que ingresarán y saldrán del área. En términos de la faena de agotamiento, implica un total de 230 m3 de volumen de agua que se debe retirar de las excavaciones.
A modo de resumen, durante la ejecución del proyecto, se estiman 4.001 micropilotes; 5.551,5 m3 de hormigón, se deberá mantener la extracción y redistribución de a lo menos 475 m3 (475.000 litros) de agua del humedal, de manera de permitir la faena de hormigonado y fraguado. Esta faena no es constante, sino que es por etapa de ejecución, lo que se indica es un total estimado a drenar por concepto de fundaciones. Esto se traduce en aproximadamente 650 horas de agotamiento de napa.