Esfuerzos simbólicos

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Debemos ser positivos y propositivos. No dar palos porque bogan y porque no bogan. Sin embargo, es necesario siempre ir evaluando la efectividad de las medidas que se adoptan. Por ejemplo, si bien es cierto que la ordenanza de la comuna de La Serena que regula el uso del agua tiene una muy valorable intención, resulta algo naif a la luz de lo que observamos en el día a día.
Es cierto que deberíamos asumir ciertos horarios de menor radiación como los más adecuados para el riego de parques y jardines, evitando así las horas de mayor radiación y evaporación del agua. Eso es bueno, pero limitarlo a un horario antes de las 10de la mañana y después de las 19 horas pareciera que es inapropiado o un poco exagerado, entendiendo que ya a las 18 horas está prácticamente oscuro, que hay trabajadores con horario específico para realizar esa función, o que reiteradamente en las mañanas en la ciudad de La Serena tenemos días realmente nublados. Invierno y verano.
En fin. La intención es la que vale, pero en esa línea se echa de menos que en vez de amenazar con fiscalizadores y multas a quienes rieguen fuera de horario o que laven su auto con agua potable, se pudiera regular y utilizar de mejor manera el agua que se pierde a cada minuto por los drenes que desembocan al mar en la ciudad de La Serena. Todos los días, sin parar, las 24 horas del día hay drenes en el sector de las vegas que llevan agua dulce que se pierde en el mar sin que nadie la puede aprovechar. Y la solución para aquello es gestión.
De la misma forma se echa de menos que el municipio asuma un rol protagónico en el incentivo al uso de aguas grises, teniendo en cuenta que el esperado reglamento al respecto ya está vigente y puede ser masivamente aplicado en nuestro país. Colegios, dependencias públicas, parques, deberían ya estar desarrollando los proyectos necesarios para adaptar sus instalaciones que permitan usar el agua gris. Esas son soluciones que no solo apuntan a castigar, sino que a mejorar la gestión con inversión, con proyectos que eviten perder el agua a raudales.
Por último, no olvidemos que tan solo un 8% del agua es consumida como potable en centros urbanos. Más de un 70% se usa en agricultura. Saque usted la cuenta de si cerrar la llave mientras se lava los dientes realmente la solución al problema.

Victor H. Villagrán
Editor Semanario Tiempo