Empresa viene de finalizar cuatro seminarios enmarcados en el proceso de Participación Ciudadana Anticipada (PACA). Características del proyecto dan cuenta que el agua procesada permitirá suministrar a las comunas de La Serena y Coquimbo, inicialmente, incluso Ovalle. Su capacidad máxima será de 1.200 litros por segundo.
“En los próximos días vamos a estar ingresando el proyecto al Sistema de Evaluación (Impacto) Ambiental (SEIA)”. Son declaraciones del gerente Regional de la empresa sanitaria Aguas del Valle, Andrés Nazer, quien durante estos días conversó con Semanario Tiempo para adelantar detalles sobre una iniciativa considerada “clave” para paliar el grave déficit hídrico de la región de Coquimbo, y que asegurará el recurso para el consumo humano en las comunas de La Serena y la ciudad puerto, inicialmente: contar con una planta desaladora.
Esto, puesto que, de acuerdo al ejecutivo, se abre la posibilidad que Ovalle también pueda ser proveída con el recurso que genere el complejo, que estará ubicado al sur de la comuna de Coquimbo y que tendrá una capacidad máxima de 1.200 litros por segundo (l/s).
Un paso anterior que realizó la sanitaria fue cerrar con una importante convocatoria cuatro seminarios de Participación Ciudadana Anticipada (PACA), donde los asistentes pudieron conocer una síntesis de los componentes que forman parte del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) que ingresará próximamente al SEIA, así como plantear sus consultas al equipo técnico de la empresa y los profesionales externos de apoyo.
“Esta es una primera instancia de participación que valoramos muchos porque nos permitió compartir con la comunidad, de primera fuente, los detalles de nuestro proyecto. Próximamente ingresaremos a evaluación ambiental y nuestro compromiso es avanzar junto a la comunidad, destaca Nazer.
Detalles
El proyecto estará emplazado en el sector de El Panul, y en una primera etapa, permitirá respaldar el consumo humano de agua potable para la conurbación y luego, de ser requerido, para otras localidades de la región. La planta está proyectada para utilizarse como complemento durante los periodos en que las fuentes de agua dulce no puedan abastecer la demanda de agua potable, produciendo en su primera fase entre 200 y 600 litros por segundo.
El inicio de la construcción de la desaladora estará sujeto a la evaluación de la condición hídrica y se estima un plazo de 2 a 3 años de construcción, considerando la conducción de agua potable hasta Coquimbo.
“Tenemos un proyecto de planta desaladora que está funcionando bastante bien. Estamos próximos a ingresarlo al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental”, comenta.
Hoy, Nazer acompañará una comitiva que encabeza el delegado Presidencial, Rubén Quezada, a la ciudad de Antofagasta, pues en esa ciudad existe una planta “similar, y que cumple el mismo objetivo”, en cuando a su infraestructura y tratamiento del recurso. “Por eso que es muy importante esta visita para que la autoridad y los usuarios conozcan este tipo de infraestructura, que es la misma que vamos a proponer para que La Serena y Coquimbo, y eventualmente Ovalle”, agrega.
Según la proyección de Nazer la planta desaladora estará operando, en el caso de que la situación hídrica lo requiera, a principios del 2026.