En horas punta, el desplazamiento vehicular se alarga por las pocas salidas desde la avenida del Mar a la Ruta 5. Hoy solo existen dos vías para el éxodo de vehículos -Francisco de Aguirre y Cuatro Esquinas- y piden incorporar la proyección de arterias como Las Higueras, Los Perales y Amunátegui. Ello, además por el avance en proyectos inmobiliarios. También, reclaman derechos sobre las aguas subterráneas.
Mientras se espera que Sacyr ingrese -prontamente- al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) el proyecto de la nueva concesión de la Ruta 5 Norte, entre Los Vilos y La Serena, los vecinos del sector de Vegas Sur se están agrupando para exponer algunas inquietudes que podría presentar la construcción de la nueva vía.
El proyecto se divide en dos sectores. El primero, el tramo interurbano que se encuentra en operación, con una longitud de 229 kilómetros, que recorre por las comunas de Los Vilos, Canela, Ovalle y Coquimbo. Sin embargo, es la segunda sección, el sector urbano de 16 kilómetros entre Coquimbo y La Serena, desde el sector El Panul hasta la pasarela del Líder, que más urge a esos residentes por ausencias de vías de conexión entre la avenida del Mar y la Panamericana.
Ello por las continuas congestiones en las únicas dos salidas -Francisco de Aguirre y Cuatro Esquinas-, especialmente en horarios punta, y las dificultades que tendría el paso de vehículos de emergencia (Bomberos, Carabineros y ambulancias) si la iniciativa se materializa tal como está, acentuado además por el avance de proyectos de inversión inmobiliaria en el sector.
En ese sentido, piden incorporar a la nueva concesión la proyección de algunas arterias, como calle Las Higueras, Los Perales y Amunátegui, a los sectores más altos de la ciudad.
“Me preocupa que existe la construcción de al menos ocho edificios en el sector, sin contar los que están en área Puertas del Mar, que también perjudica la subida por Francisco de Aguirre. En el proyecto de concesión de la nueva carretera no hay más atraviesos, nos quedamos con lo existente”, sostiene José Godoy, residente de Vegas Sur y padre de los propietarios del Espacio Club Cazaux.
Godoy, el miércoles 03 de noviembre tuvo una reunión con personal dependiente de la Subsecretaría de Obras Públicas y los jefes de la Unidad de Concesiones y Proyectos del Ministerio de Obras Públicas (MOP), oportunidad donde, asegura, le planteó no solo esos reparos, sino que además la titularidad de él y otros propietarios de Vegas Sur de las aguas subterráneas que afloran en el lugar.
Congestión
En un recorrido por el sector, en el perímetro comprendido por las calles Francisco de Aguirre, avenida del Mar, Cuatro Esquinas y Ruta 5, da cuenta de congestión vehicular que se pueden extenderse por varias cuadras. “A las horas peak, una ambulancia puede bajar en caso de accidentes o emergencias con personas, pero no podrá subir a un centro asistencial, o no lo hará fácilmente, al construirse y materializarse este proyecto. Lo que quiero es que Sacyr pida ampliación del proyecto o nuevas obras, se integren pasos o atraviesos entre La Serena y Las Vegas, que pueden ser Las Higueras, Los Perales, Amunátegui, que crucen a Balmaceda, o por último lleguen a avenida El Santo”, explica Godoy.
Actualmente, la concesión se encuentra en fase de ingeniería de detalle y en caso de ingresar al SEIA, a través de un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) deberá considerar instancias de Participación Ciudadana obligatorias. El MOP ya ha realizado reuniones para socializar el proyecto con los vecinos, incluso Godoy ha sostenido citas con autoridades, como el ex ministro, Alberto Undurraga y los ex alcaldes de la ciudad, Raúl Saldívar y Adriana Peñafiel.
Acusa que la construcción inmobiliaria ha ido perjudicando el sector, deterioro que se podría ampliar al consolidado turismo de la zona, dada la carencia de restaurantes y servicios asociados, que afecta no solo a los visitantes, sino también a los residentes.
Otro vecino del lugar, Osman González, advierte que no efectuar cambios en el proyecto: “Nunca, hasta este invierno, nunca había venido tanta gente a la avenida del Mar. No hubo mejor verano que el invierno del 2021. Los pocos locales, se hicieron escasos para atender a visitantes, todos tenían filas y eso lo tienen que planificar las autoridades. Los empresarios de la construcción que lleguen al lugar, o a la avenida Pacífico, deberían realizar inversiones para mitigar el impacto vial o desarrollar proyectos con planas bajas para el comercio”, detalla. Agrega que solo en Puertas del Mar existen unas 15 mil personas, sumado a los 1.200 habitantes que vivirían en las parcelas, ello sin considerar los residentes de los departamentos de la avenida del Mar.
Aguas subterráneas
Asimismo, Godoy y González están en una cruzada para que se les reconozca los derechos de aguas que afloran del lugar, además de aquellos recursos hídricos que puedan emanar producto de la construcción de la carretera. Al respecto Godoy exhibe una escritura pública, inscrita en el conservador de bienes raíces de La Serena, en 1951, donde explica que durante el gobierno del presidente Gabriel González Videla, ese sector se redistribuyó en una especie de reforma agraria, y dio paso a “La Colonia Gabriel González Videla”. Ello luego que un amplio espacio, de 180 a 200 hectáreas, se parcelara en predios pequeños -que no superaron las 16 hectáreas- para que colonos italianos y chilenos residentes de otras partes del país, vinieran a explotar la tierra en la agricultura.
“Y aquí pasaba un dren. Todo esto se regaba con esas aguas, pero cuando Gabriel González Videla expropió todas estas tierras mandó a un cura de Italia e invitó a personas de ese país a vivir a Chile porque se estaba formando una colonia. Se embarcaron 60 familias y se les entregó casas, caballos, vacas y arados. El 1 de mayo de 1951 llegaron y comenzaron a trabajar en los campos”, sostiene.
El texto expresa que “dichos derechos contemplan todas las aguas provenientes de derrames sobrantes, filtraciones del canal La Pampa, Quebrada de Peñuelas y afloramientos subterráneos, que son capaces de captar las citadas obras (construcción de drenes) y las complementarias de las mismas que se ejecuten en el futuro”.
Para González y Godoy el párrafo es perfectamente plausible para precisar que dichas aguas ya tienen “la propiedad fijada”.