Además condicionó la vuelta del recinto como un espacio cultural, “si hay instituciones que estén dispuestas a financiar los requerimientos: pago de contribuciones, mantención del edificio y servicios básicos”.
Mediante una declaración Pública, el Arzobispado de La Serena explicó la controversia por el arriendo del Teatro Centenario a un privado, luego de una serie de críticas de distintas entidades, quienes temen que su futuro uso se aleje de fines culturales.
Según la entidad eclesiástica, después de realizar dos licitaciones públicas el 2019, se firmó contrato de arriendo con una empresa de la zona, “Inversiones Alta Cruz Ltda.”, por 20 años, válido desde el 2 de marzo de 2020, fecha en que fue entregado el inmueble al arrendatario, quien desde entonces está a cargo de las reparaciones, trabajos y uso del inmueble.
Según el Contrato de Arriendo y las respectivas cláusulas, la utilización del inmueble puede ser para oficinas en general, reparticiones de estado -si fuere el caso- locales comerciales u otros similares.
Además agregó que la recuperación del inmueble y su conservación, “es competencia del arrendatario por los próximos 20 años. Sin duda, era un espacio que contribuía en el desarrollo cultural, pero para la administración era tremendamente difícil sostener los gastos que implica un edificio de esta naturaleza, sobre todo en mantención y reparación, como también en los gastos habituales (contribuciones, servicios básicos, entre otros)”.
Respecto de volver a que sea un espacio “cultural”, precisó que si hay instituciones que se interesen por el particular y que estén dispuestas a financiar los requerimientos: pago de contribuciones, mantención del edificio, servicios básicos, obviamente que se puede pensar en darle esa finalidad.
