Recursos podrían provenir de un fondo levantado por los propios inversionistas de Pucobre, reinversión de utilidades de la empresa y créditos financieros tanto en Chile, como el extranjero. Compañía cree que operación provocará un impacto de US$400 millones en sus 21 años, tanto en impuesto a la renta como otros específicos.
Luego que la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) en la región de Coquimbo acreditara los actos, faenas y gestiones mínimas que durante estos últimos años viene implementando la empresa Sociedad Punta del Cobre S.A., Pucobre, en el desarrollo del proyecto minero El Espino –que permitió mantener su Resolución de Calificación Ambiental– se conocieron nuevos avances en torno a la ejecución de la iniciativa, que a juicio de sus titulares podría ser realidad en los “próximos años”.
Así lo mencionó durante una presentación el miércoles 07 de julio el gerente General de Pucobre, Sebastián Ríos, a la Comisión de Minería y Energía del Senado, donde se actualizó el estado de la iniciativa que busca impulsarse en la comuna de Illapel, en la provincia de Choapa.
Según Ríos, durante los últimos 10 años, Pucobre viene realizado importantes inversiones, financiadas en un 62% por las utilidades de la firma. Entre ellas, US$370 millones se han destinado en infraestructura minera, equipamiento, innovación, tecnología, exploraciones, entre otros. “Hemos realizado exploraciones de mediana minería, varios de ellos han sido infructuosos y es parte del negocio minero. Otros han avanzado. Menciono en particular el proyecto El Espino, en el cual ya hemos invertido US$170 millones y llevamos 10 años de tramitación de permisos, y esperamos que permita desarrollar a la comuna de Illapel una operación de mediana minería, aumentando nuestra producción de cobre en un 60%”, explica.
Agrega que para ser realidad este proyecto bastarán adicionalmente US$380 millones, que deberán provenir de un fondo levantado por los propios inversionistas, aunque también se barajan otros mecanismos como la reinversión de las utilidades o salir a buscar créditos financieros, tanto en Chile como en el extranjero. “Esperamos hacer realidad este proyecto en los próximos años, llevando desde Atacama a Coquimbo nuestra manera de hacer minería”.
Royalty reducirá rentabilidad de El Espino un 31%
Emplazado a 35 kilómetros al norte de Illapel, El Espino contempla una explotación a rajo abierto, una planta convencional de procesamiento de mineral sulfurado y la construcción de tres depósitos de lastre. Además, contará con un acueducto de agua salada para el procesamiento de mineral, y el concentrado de cobre con oro se transportará mediante camiones a puertos de embarque a su destino definido.
Sin embargo, desde la compañía también evalúan el impacto que podría darse en la iniciativa si se aprueba el proyecto de ley que establece una compensación, en favor del Estado, denominada royalty minero, por la explotación de la minería del cobre y del litio.
Así, Ríos considera que la vigencia del proyecto parlamentario, implicaría una reducción de la rentabilidad de El Espino en un 31%, pues “sería difícil encontrar financiamiento” para su ejecución.
A juicio del alto ejecutivo, El Espino, en sus 21 años de vida, aportará unos US$400 millones en impuesto a la renta y otros gravámenes específicos a la minería. “En el proyecto no utilizaremos aguas continentales, sino agua de mar, sin desalar. Utilizaremos tecnología de relaves espesados, disminuyendo el uso de energía para el bombeo y el 100% de la energía del El Espino provendrá de Energías Renovables No Convencionales (ERNC), minimizando así la huella de carbono”, advierte.
La inversión declarada alcanza los US$624 millones y se estimada que durante su operación se emplearán unas 1.200 personas en su etapa de construcción, y 550 en su operación.