Sebastián Sichel, candidato presidencial de Chile Vamos: “Mi objetivo es convocar a muchos que no se han sentido representados por la política”

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El candidato independiente a las primarias presidenciales de Chile Vamos, Sebastián Sichel, estuvo la región de Coquimbo como parte de su gira, para dar a conocer sus objetivos y su programa, en donde deja claro que busca captar el voto de los que no están conformes con los políticos actuales.

El 18 de julio se realizarán las primarias presidenciales, y dentro del bloque de Chile Vamos, irá como independiente Sebastián Sichel, abogado de profesión, quien a sus 43 años partió desde abajo y logró llegar a ser ministro de Estado y presidente de un banco. Hace un mes relata que “no era nada, era un independiente tratando que lo invitaran a la primaria de Chile Vamos y desde el 19 de mayo ya soy candidato a las primarias presidenciales como independiente”.

¿Cómo visualiza las primarias de su bloque?
“Para mí es un orgullo que como independiente pude haberme inscrito a las primarias, fue un largo camino de convencer a los partidos que me dejaran participar. Los independientes necesitamos que nos inviten. Para mí es una desafío poder representar a esta nueva política en contra posición diaria a aquellos que llevan 30 años postulándose a cargos en general o tratando de mantenerse en el poder. La idea es demostrar que hay gente nueva que no le tiene miedo a los cambios, con capacidad de defender lo cree y construir grandes mayorías, además de estar más preocupado de los 30 años que vienen que de los 30 años que pasaron”.

¿Cómo ve la competencia dentro de las primarias?
“Compito con el candidato de la UDI, que es Joaquín Lavín, que es su tercera o cuarta candidatura presidencial, además de Mario Desbordes, el candidato de RN y Ignacio Briones de Evópoli. Tengo la ventaja de ser un candidato independiente y trato de convocar a la gente de Chile Vamos pero también a independientes, gente de centro que quiere un mejor país para el futuro”.

¿Cuál es el sector que busca atraer?
“Mi objetivo no es agarrar un poco de cada partido, sino que hacer crecer y convocar a muchos que no se han sentido representados por la política y que cada día está más decepcionado de los partidos, incluyendo gente de los mismos partidos. Uno de los peores errores que ha cometido la política es tratar de pegarse codazos para raspar lo que hay y ser un club, y lo que estoy tratando de hacer es romper esa lógica y construir una mayoría. Chile necesita un líder que dirija una coalición para preparar el país para el futuro. Mi objetivo, más que quitarle al resto, es convocar a una mayoría amplia”.

¿Qué impresión le dejó la cuenta pública del Presidente?
“Primero hay cosas que me evocan en el sentido republicano, el principal honor que uno puede tener en la vida es ser Presidente de la república y tener el orgullo de poder servir al país, yo nunca me imaginé que iba llegar a ser ministro de Estado o presidente del Banco Estado, viniendo de un liceo, y gustó ver a un Presidente que con humildad reconocía que esto es un privilegio en el sentido positivo, es una oportunidad gigante que tenemos los seres humanos para cambiar el mundo. Además, tuvo la humildad para reconocer que se necesitan más acuerdos y que se cometieron errores, que es una buena señal y avanzar en cosas que para mí son fundamentales como el matrimonio igualitario, y le vi una vocación por seguir acelerando las ayudas sociales”.

¿Qué significa, a juicio suyo, para un candidato de derecha la herencia de Piñera?
“Soy un candidato de centro en una coalición de centro derecha, eso es importante porque no creo en ese código de izquierda y derecha, del sí y el no, o Estados Unidos o Rusia… creo que es una falacia de la vieja política que codifica todo entre izquierda y derecha, o como Coquimbo y La Serena y ya no sirve. Un ciudadano en la calle siempre va a votar por la mejor persona o por el político que cree que le mejorará su vida… ese dique se rompió hace mucho tiempo y lo que terminamos codificando los políticos es jugando a eso que parece una guerra de barras bravas y renuncio y me revelo frente a eso, creo que es la tragedia de la política, y por eso muchos jóvenes independientes que no sabíamos quiénes eran, ganaron las elecciones”.

¿No le jugaría en contra ser independiente?
“Aquellas personas que llevan 30 años haciendo política van a ser electos, el otro día el vocero de Lavín me trató de inventado porque llevaba 30 años en la política y estoy orgullo que así sea, lo que para algunos sería un pecado como no llevar muchos años en la política o no tener un partido, para los ciudadanos es una oportunidad de buscar nuevos liderazgos, porque los ciudadanos quieren que hablemos de ellos”.

¿Qué le aporta a su vida política su historia personal?
“Me pasa que la vida que tocó vivir fue esa, y algunos políticos medios patéticos me dicen que es una vida entretenida, pero no, fue vida dolorosa para mí, si hubiera podido elegir otra, no habría elegido la vida que tuve, pero sí habría elegido dar lo mejor de mí para salir adelante, que fue lo mismo que hice fui ministro. Si algo me enseñó la vida, es que no nos regalan nada y eso lo sabe cualquier persona en Chile que ha salido adelante o lo está intentando. Todo se consigue con esfuerzo”.

En un mes más vamos a comenzar a vivir el proceso de regionalización, con el primer gobernador electo, ¿Cómo lo ve?
“Esto es un desde y no un hasta, y otra vez los políticos estamos haciendo una trampa, aprobamos rápido como elegir una nueva autoridad y todavía está parada la ley que le otorga las facultades al gobernador regional, así que primero hacer un emplazamiento a los parlamentarios que se dejen de jugar al compra huevos, descentralizar no es solo elegir a quienes nos gobiernan en la región sino que también que tengan las competencias y los recursos necesarios para poder las decisiones a nivel local”.

¿Cómo ve los escenarios tras una nueva Constitución?
“El peor escenario es una parálisis por la mediocridad porque cada uno se abanderiza con su propia posición y no es capaz de construir, y ese fenómeno ha pasado en la historia del mundo, muchas veces llegan a las comisiones constituyentes fanáticos y creen que su posición es defender como fanáticos su posición y eso hace que no nos escuchemos. Lo otro, y espero que sea el camino, menos artificios en el debate público y más trabajo en la convención. Construir una Constitución es una pega gigante”.