El día a día nos consume. Apagar incendios, resolver conflictos inmediatos. Que el partido de fútbol de Colo Colo, alguna inundación que resolver o actuar según el titular de hoy. Reaccionar. Sin embargo, siempre es indispensable que existan líderes que puedan alzar la mirada y ver más allá, hacia dónde nos dirigimos, hacia donde vira este buque.
Se suponía que la Estrategia Regional de Desarrolla debía cumplir con ese fin, sin embargo y aunque muchos políticos la aplaudieron, es casi un hecho que esas páginas y esos millones invertidos son letra muerta, sin un efecto real que impacte o direccione el desarrollo de la región de Coquimbo.
Hoy, por ejemplo, nos sorprende la suspensión de la Expo Región de Coquimbo, y vemos que en gran parte se debe a esa improvisación, falta de planificación y visión estratégica.
Y tenemos un ejemplo clarísimo de buena gestión en la gran Fiesta del Sol que organizan nuestros hermanos de San Juan Argentina. Un evento bien organizado, de grandes dimensiones pero que se mueve con mucha gestión y planificación.
Es de esperar que, aunque falta más definición de roles y existan celos políticos de por medio, tanto el delegado como el gobernador sepan articular en conjunto, que se reúnan a tomar café cada semana, que logren encontrar caminos para articular con el Consejo Regional y con los alcaldes.
Pero como esta Expo, existen otros tantos temas que requieren atención de mediano y largo plazo. El nuevo relleno sanitario, la movilidad y el tránsito, el futuro de la zona metropolitana, la actualización de la planificación territorial, el trabajo sistemático y consistente en torno al déficit hídrico. Quién pondrá los acentos, de dónde surge ese liderazgo que mira hacia adelante el horizonte. ¿Quién? Hay tiempo para ver quién recoge ese guante.