El Bato en la comuna de Illapel tiene capacidad de 25,5 millones de metros cúbicos y Corrales en Salamanca reserva 49,7 millones de metros cúbicos, alcanzando ambos su máxima capacidad.
La comuna de Illapel celebró una excelente noticia en medio de un contexto marcado por la sequía que ha afectado a la región durante más de una década. El Embalse El Bato, una de las principales fuentes de agua para la zona, alcanzó el 100% de su capacidad durante la madrugada de hoy, un logro que no se observaba desde el mes de diciembre del año 2015.
Con su capacidad máxima, y desbordando entre 1000 y 1500 litros por segundo desde las 05:30 horas, el embalse garantiza el suministro de agua para las próximas tres temporadas, proporcionando un respiro tanto para los agricultores como para las comunidades rurales y urbanas que dependen de este recurso. Este hecho marca un punto de inflexión en la lucha contra la crisis hídrica, que había mantenido a la comuna en una constante incertidumbre por la disponibilidad de agua.
El fenómeno se atribuye a una combinación de factores, entre ellos las intensas lluvias y nevazones de la última temporada, junto con los actuales deshielos que han incrementado significativamente el aporte hídrico al embalse. En este contexto, el alcalde de Illapel, Denis Cortés Aguilera, destacó que este es un logro que nos devuelve la esperanza. Garantizar el agua es vital no solo para el desarrollo económico, sino también para la calidad de vida de nuestra gente. “Estamos felices porque desde el año 2015 no se producía este fenómeno de que el Embalse El Bato no llegara a su plena capacidad, hoy llegó a su cuota máxima y eso hace que miremos por las dos o tres temporadas con mayor perspectiva el trabajo de la agricultura y también el agua para el consumo humano. Producto de un muy buen año de agua caída tengamos esta capacidad, ahora el desafío es usarla de mejor manera y ser mas eficientes”.
El Embalse El Bato, administrado por la Junta de Vigilancia del Río Illapel, con una capacidad de 25 millones de metros cúbicos.
Marcela General, presidenta de la Junta de Vigilancia del Río Illapel destacó la importancia de este evento para el desarrollo agrícola y el bienestar de las comunidades locales. La liberación controlada de agua permitirá mantener el equilibrio del sistema, garantizando el uso sostenible de este recurso. “De verdad es vivir un momento de alegría tremenda y poder compartir esta alegría con nuestros regantes del rio Illapel después de pasar bastantes amarguras y penas, sacando el nivel muerto de las aguas entre los años 2029- 2020 para priorizar el consumo humano, la verdad es que hoy es una alegría lo que estamos viviendo hoy”.