Conectividad. Espacios y nuevos destinos turísticos

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Como ya se ha visto desde hace varios años, el Informe de Calidad de Vida Urbana que presenta la Cámara Chilena de la Construcción y la Universidad Católica, va indicando de manera reiterada que si bien la conurbación está en una buena posición comparativa a nivel nacional, presenta de manera recurrente una gran debilidad en la conectividad y el tránsito.
Es un hecho evidente que no se ha logrado solucionar el caos vial en un día normal y corriente con la carga habitual de vecinos que se desplazan desde sus hogares a sus lugares de trabajo o al colegio de sus hijos. Y han pasado los años y las promesas permanecen en esa misma posición. No hay novedad en el transporte público ni en el reordenamiento de las grandes arterias viales.
Desde el sector Sindempart o San Juan en Coquimbo, La Cantera, Cuatro Esquinas, Avenida Balmaceda, la conexión con Las Compañías y la bajada desde el Valle de Elqui. Cada día somos testigos de cómo aumenta la demora y los tacos.
Ahora la llegada de buses eléctricos quizás ayude, pero si no entendemos que se debe mejorar la calidad del servicio más allá de la materialidad de los buses o la energía que ocupen, el esfuerzo no servirá de mucho. Si los choferes no son capacitados, si un abuelo no puede subir por a la micro por el exceso de velocidad o el mal trato, de nada servirán esos miles de millones de inversión.
Y ahora que enfrentamos fiestas patrias debemos observar y actuar en torno a ese fenómeno adicional que es la población flotante.
Ya vemos como la comuna de Paihuano tiene un 98% de reservas hoteleras y seguro estará completamente saturada. Es un destino hermoso y atractivo, pero que puede perder su posición de privilegio si no es capaz de regular su saturación.
La región tiene muchos lugares en desarrollo para el turismo que se deben potencia. Se debe abrir el abanico, promover las alternativas, buscar nuevos polos, para diversificar la oferta, sorprender reiteradamente al turista que regresa y también para descomprimir los centros urbanos, que de por sí ya están en un punto de quiebre.

Víctor H. Villagrán
Editor Semanario Tiempo