Desde el Parque Fray Jorge a la desembocadura del Río Limarí: Plan intervendrá paisajes en superficie de 10 mil hectáreas

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Iniciativa considera la participación de las comunidades locales, a través de una gobernanza donde participarán otros organismos públicos regionales y locales. El principal objetivo es mitigar y enfrentar la crisis bioclimática, gracias a la recuperación de los ecosistemas y su equilibrio con las actividades económicas que se desarrollan.

En los próximos cinco años, la agencia de la Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO), el Ministerio del Medio Ambiente y Conaf -como entidad coejecutora- intervendrán los paisajes de alto valor ecológico en una superficie de 10 mil hectáreas de la comuna de Ovalle, en la provincia del Limarí.
Se trata del proyecto GEF Restauración de Paisajes, financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF por sus siglas en inglés, Global Environment Facility), que definió como primera acción la elaboración y ejecución del plan piloto de la “Reserva de la Biósfera de Fray Jorge”, que abarca ese bosque del tipo húmedo valdiviano, además del Santuario de la Naturaleza y el Sitio Ramsar de la Desembocadura Río Limarí, desde Salala hasta el mar.
Dicho perímetro forma parte de la Ecorregión Mediterránea, que cuenta con siete paisajes piloto ubicados en las regiones de Coquimbo, Valparaíso, O’Higgins, Maule, Ñuble y Biobío. Para apoyar la implementación de dicha iniciativa se creó, en la localidad de Peña Blanca, el primer Comité Regional de Restauración, instancia que persigue generar impactos positivos en la biodiversidad mediante la recuperación de los servicios ecosistémicos, mejorando las condiciones de vida de la población y las actividades económicas que allí se desarrollan.
En la ceremonia participaron las Secretarías Regionales Ministeriales de las carteras de Medio Ambiente, Agricultura y la Mujer y Equidad de Género; la Delegación Presidencial Provincial del Limarí; Conaf; Corfo; Indap; la Corporación Regional de Desarrollo Productivo; la Municipalidad de Ovalle; la Comunidad Agrícola de Peña Blanca y la Fundación Un Alto en el Desierto.

El Seremi del Medio Ambiente, Leonardo Gros destacó la gobernanza asociada a este plan, con participación de los servicios públicos vinculados a este tema. “Existe una alta expectativa de que es un buen proyecto para la región, fortaleciendo la colaboración entre distintas comunidades en búsqueda de la sustentabilidad para nuestro territorio y de un mayor desarrollo económico para las familias basado en la restauración”, dijo.
Para Felipe Guerra, Coordinador nacional del Proyecto GEF Restauración de Paisajes, “la conformación del Comité Técnico Regional de Coquimbo es un paso importante para la implementación del proyecto en la región y además porque viene a completar la puesta en marcha de todos los comités asociados al Plan Nacional de Restauración de Paisajes en las regiones piloto que aborda este proyecto. Sin duda, es un paso relevante ya que estos organismos constituyen un vínculo fundamental con las instancias de participación regional y las iniciativas de restauración”.

Otros organismos presentes manifestaron sus expectativas en las tareas que le corresponderá ejecutar. En primer término, la delegada Presidencial Provincial del Limarí, Marily Escobar, declaró “que esta instancia sea tan fundamental para la situación de sequía en que nos encontramos como provincia y que nos genera una esperanza bastante importante de la concientización en los territorios para apoyar este tipo de proyectos, que son un aporte de sustentabilidad para obtener el recurso hídrico que es y ha sido fundamental”.

En este sentido, Andrés Zurita, director Regional de Corfo expresó “este proyecto piloto es muy relevante, dado que está formando una gobernanza con una comunidad muy activa en Peña Blanca. Estamos visitando el centro de restauración y conservación ecológica, basado en el uso de los atrapanieblas instalados por la Fundación Un Alto en el Desierto. Vemos que hay un trabajo que se puede potenciar, levantar un sitio turístico de especial atractivo, donde la naturaleza y aventura son sobrecogedoras. Por lo tanto, hay varios elementos que pueden ayudar a potenciar a la comunidad y el emprendimiento de negocios locales”.
Asimismo, Natalia Rebolledo directora ejecutiva de la Fundación Un Alto en el Desierto señaló que “nuestra mayor expectativa es que surjan lineamientos concretos, actividades que permitan que en territorios como este, se puedan generar más atrapanieblas, más estanques para su captación, mayores áreas de forestación, emprendimientos productivos locales asociados al turismo sostenible y eliminar las brechas que existen para los distintos financiamientos que existen, para que lleguen efectivamente a los territorios y a las personas que más los necesitan”.