Reactivación económica post covid-19 y estallido social, política, protagonismo gremial, son los ejes de esta entrevista con el empresario que lidera el grupo de ineversiones Norte Sur, la inmobiliaria ECOMAC y que es líder de CIDERE en nuestra región. “Las medidas de apoyo económico dispuestas por el gobierno son eso, apoyos paliativos para ayudar a las empresas temporalmente”, destaca.
“Los lazos con la región se mantienen inalterables, acá nací, acá nacieron nuestras empresas y por lo mismo, divido el tiempo entre Santiago y la región, entre las empresas y lo gremial”. Así comienza esta entrevista con Semanario Tiempo, Daniel Mas Valdés, empresario que lidera la sociedad inmobiliaria Norte Sur.
Sin descuidar sus responsabilidades empresariales y familiares también se mueve en otros frentes como consejero de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) y en la presidencia de la Corporación Industrial de Desarrollo Regional (Cidere). Analiza el deterioro económico producto de la pandemia y opina sobre las claves para lograr la reactivación, sin dejar de aportar su visión de este último año marcado además por el estallido social.
PANDEMIA
“El daño económico ha sido enorme, basta ver que se han perdido los puestos de trabajo que creamos como país en los últimos diez años. Para ser justos, ningún país, ni siquiera los más desarrollados, estaban preparados para una situación tan grave como la que nos afecta. Cada gobierno, de acuerdo a sus propias realidades, ha buscado la mejor forma de enfrentarla y pienso que Chile ha tenido muchos aciertos”, detalla. Entre ellos, la creación de un sistema hospitalario en red, un récord de testeo de exámenes PCR, un mecanismo de cuarentenas dinámicas para equilibrar el funcionamiento de la economía con el resguardo sanitario y la oportuna compra de ventiladores mecánicos en un momento en que no habían disponibles en el mercado.
Por supuesto, también enumera los errores, como la falta de experiencia dado lo dinámico de la enfermedad o por inexistencia de protocolos predefinidos. “En la práctica, se ha hecho camino al andar”, dice.
Respecto de las medidas económicas implementadas por el Gobierno, asume que éstas “son apoyos paliativos para ayudar a las empresas temporalmente (…)Nadie puede pensar seriamente que el Estado, sobre todo uno con la fragilidad del chileno, pueda sostener por un tiempo prolongado los ingresos de las empresas y las personas”, reflexiona.
En ese sentido, revela que esta crisis ha mostrado uno de los mayores problemas que tiene el país, puesto que el Estado no se ha desarrollado al mismo ritmo que la empresa privada, con instituciones obsoletas que son necesarias modernizar. Razona que iniciativas como la Ley de Protección al Empleo, el FOGAPE, créditos para la clase media y otros mecanismos de apoyo a las empresas de menor tamaño han sido un esfuerzo del Estado, proporcional a sus capacidades.
Sobre la reactivación opina que el país tendrá una caída del orden del 6%, que podría ser recuperado el 2021, situación que ante la inminencia de una vacuna para el Covid-19 y la definición de la elección norteamericana han hecho reaccionar positivamente a los mercados. Específicamente, en el sector inmobiliario, la recuperación de sus actividades también es una “buena noticia” y la reducción histórica de las tasas de interés para créditos hipotecarios, “pensamos que será un incentivo para mejorar la demanda de viviendas y reactivar al sector”.
18-O y proceso constituyente
¿Qué responsabilidad tiene el sector empresarial en el estallido social del año pasado y los cambios que está viviendo Chile? Le consultamos. Responde que ello tiene una carga múltiple y variada. Argumenta que los estudios de opinión acreditan que las personas tienen una “muy mala” opinión de los actores políticos y de las instituciones. “Culpar al mundo de las empresas es un despropósito, porque la mayor parte de las políticas públicas y de la legislación no están a cargo del sector”, esgrime, acotando que los aprendizajes para el empresariado estarán en generar mayor conexión, mejores empleos y oportunidades para sus colaboradores.
¿Le gustaría ser parte del proceso constituyente?
“Este proceso debe ser de los más relevantes de los últimos tiempos. Una buena o mala Constitución va a trazar el destino de este país de los próximos cuarenta años. Creo que para elaborarla se requiere de las mejores personas, una mezcla entre especialistas en derecho constitucional, asuntos públicos, legislación comparada, pero muy conectados con la realidad, con el territorio, con el largo plazo, sin sesgos. Es muy relevante que tanto gremios como empresarios, nos involucremos, tenemos que estar muy activos. Sin duda que me encantaría cumplir un rol en este proceso, no he decidido cuál, por lo que seguiremos atentos este proceso colaborando en todo lo que esté a nuestro alcance (…) Creo que el gremialismo empresarial es también una forma de servicio y estaré siempre disponible para cooperar en él.”.
La incertidumbre, acota, estará definida por el tiempo, es decir después del 11 de abril del próximo año, cuando se hayan elegido los convencionales constituyentes. Ya en el contenido de la nueva Carta Magna propone que entre los principios que debería contener se encuentran la preservación del derecho a desarrollar actividades económicas, la autonomía del Banco Central, la protección del derecho de propiedad en todas sus formas, la descentralización regional, la libertad de enseñanza y el derecho preferente de los padres a conducir la educación de sus hijos.
¿Cómo cree usted que será recordad o cómo pasará a la historia el gobierno de Sebastián Piñera?
Creo al presidente Sebastián Piñera le ha tocado gobernar, en este segundo período, en uno de los momentos más difíciles de nuestra historia. Su primer gobierno estuvo marcado por la recuperación del país tras el terremoto y el rescate de los 33 mineros, con su profundo valor simbólico. Este mandato probablemente será recordado como el del presidente que logró encausar institucionalmente la crisis social y lograr para Chile una nueva Constitución aceptada y valorada por todos.
PUNTO APARTE
¿Y cree, por ejemplo, que sea el momento para retomar el proyecto del Túnel Agua Negra?
“Todos quisiéramos que una obra de esa envergadura e importancia fuera una realidad a la brevedad posible. Pero no podemos negar que, en el caso del Túnel de Agua Negra, se requiere el concurso de dos países. Si miramos la situación que, lamentablemente, vive hoy Argentina no parece realista pensar que ese querido país cuente hoy con los recursos para otorgar prioridad a la construcción de ese paso, pero estoy convencido que, más temprano que tarde, Agua Negra será una maravillosa realidad integradora entre Chile y Argentina”.