Iniciativa se proyecta para uso domiciliario y para el consumo humano, con un potencial de expansión hacia otros sistemas, y beneficiará a 460 mil personas de Coquimbo y La Serena. Entre sus características apunta a habilitar un estanque de distribución de agua potable de 8.000 m3, preliminarmente ubicado a cerca de 21 km de la planta. Se mantiene su ubicación proyectada en el sector El Panul de Coquimbo.
Una verdadera “bajada” a las características del proyecto para habilitar una Planta Desaladora para la Región de Coquimbo realizó la Dirección General de Concesiones (DGC) del Ministerio de Obras Públicas (MOP), iniciativa presidencial que fue asumida por Gabriel Boric en sus últimas visitas a la zona, debido a la extrema sequía que viene azotando a los distintos territorios en los últimos 14 años.
Son detalles que no se han dado a conocer y que plantean el costo, cantidad de beneficiarios, entre otras. Ello, en medio del agotamiento del recurso hídrico contenido en los embalses de la región de Coquimbo, panorama que afecta especialmente a la provincia del Limarí.
Así, según la DGC, el proyecto considera la construcción y operación de una Planta Desaladora de agua de mar ubicada en el sector del Panul de Coquimbo, junto con sus respectivas obras de conducción de agua, la cual tiene por objetivo el abastecimiento de agua potable para el consumo humano de las comunas de Coquimbo y La Serena, con potencial expansión hacia otros sistemas. Esto, beneficiará a unos 460.000 habitantes de estas dos ciudades de la conurbación.
El costo que deberá invertir algún privado ascenderá a los US$286 millones y se proyecta un plazo de concesión máximo a 20 años.
La iniciativa plantea un servicio de desalinización de agua de mar mediante el sistema de osmósis inversa, con una capacidad de producción estimada de 1.200 litros/segundo, incluyendo además las obras del sistema de captación para la alimentación de la planta, emisario de descarga de salmuera, sistemas de prefiltración así como las obras para el sistema de conducción y bombeo.
En tanto, el recurso se almacenará en un estanque de distribución de agua potable de 8.000 m3, preliminarmente ubicado a cerca de 21 km de la planta.
Desde la Sociedad Agrícola del Norte (SAN), como también desde el municipio de Monte Patria, enfatizan en el crítico diagnóstico avalado por estudios del Ceaza, y remarcan que no estamos lejos de la eventualidad de que no haya agua para el consumo humano.
«Tenemos cinco embalses en números rojos y no se observa un plan de mitigación para cuando se acabe el agua”, indicó la presidenta de SAN, María Inés Figari, quién catalogó el panorama como una verdadera “catástrofe”.
En ese sentido, apuntó a que “la agricultura del Limarí esta desahuciada, con fecha de término para el 30 abril de 2024, afectando todos los rubros, como servicios, comercios, bancos, entre otros”.
Según el Ceaza, con información que recoge de la Dirección General de Aguas, los tranques en las provincias de Elqui y Limarí están prácticamente secos (ver infografía). El alcalde de Monte Patria, Cristian Herrera, indicó que lo primero que le llama la atención que las autoridades todavía no hablen de “catástrofe”, ya que este es el concepto a utilizaren una emergencia como la que se está viviendo.
“Creo que ha faltado mayor fuerza en las autoridades políticas a nivel regional para poner los puntos donde corresponde”, indicó el jefe comunal.
“Es una situación muy compleja, y te lo grafico de la siguiente manera, en Monte Patria se acabó el empleo agrícola. No hay más. Ahora venían los cítricos, pero ya no vendrán, porque no hay agua para cosechar. Se están cerrando campos, se está despidiendo a mucha gente y la actividad económica en la comuna está muy debilitada”, sentenció.